La minería de litio reduce un 30 % el consumo de agua gracias a tecnología avanzada.
Desarrollos como el de Summit Nanotech buscan transformar la extracción del mineral clave para la transición energética.
En un contexto global marcado por la urgencia climática, la escasez de agua y la necesidad de avanzar hacia una minería más sostenible, una nueva tecnología promete redefinir los estándares de producción del litio, recurso esencial para la fabricación de baterías eléctricas. La empresa canadiense Summit Nanotech anunció que su innovador proceso de extracción directa de litio (DLE, por sus siglas en inglés) permite reducir en un 30 % el consumo de agua fresca respecto a los métodos convencionales de evaporación en salmueras.
Un cambio estructural para la minería del futuro
La minería de litio reduce un 30 % el consumo de agua gracias a tecnología avanzada. El sistema desarrollado por Summit Nanotech, denominado Denise, introduce un circuito cerrado de extracción que optimiza el flujo de salmueras y reutiliza gran parte del recurso hídrico, disminuyendo significativamente la presión sobre los ecosistemas desérticos donde se concentra la producción de litio.
La compañía, que actualmente opera plantas piloto en Chile y prepara su expansión hacia Argentina y Estados Unidos, ha logrado una eficiencia superior al 90 % en la recuperación del mineral, manteniendo un bajo consumo de agua y reduciendo el uso de reactivos químicos. De este modo, se posiciona como una alternativa más limpia frente a los tradicionales estanques de evaporación solar, cuya huella ambiental ha generado creciente controversia social y regulatoria.
El desafío del agua en el Triángulo del Litio
El anuncio tiene una especial relevancia para Sudamérica, y en particular para los países que integran el llamado Triángulo del Litio: Argentina, Bolivia y Chile. En esta zona se ubican más del 60 % de las reservas mundiales del mineral, pero también algunos de los ecosistemas más frágiles del planeta.
En el caso chileno, el Salar de Atacama enfrenta una disminución sostenida de sus niveles de agua subterránea. Estudios recientes muestran que el suelo ha sufrido un hundimiento de hasta dos centímetros anuales, producto del desequilibrio entre la extracción de salmueras y la lenta recarga natural de los acuíferos. Este fenómeno ha derivado en tensiones entre las comunidades locales, las empresas mineras y las autoridades ambientales.
La adopción de tecnologías que reduzcan el consumo de agua, como la de Summit Nanotech, podría atenuar los conflictos socioambientales y fortalecer la licencia social para operar, un factor cada vez más relevante para la viabilidad de los proyectos mineros.
Innovación con enfoque sustentable
Desde el punto de vista técnico, el proceso DLE de Summit Nanotech combina nanomateriales selectivos y sistemas de filtrado inteligente que permiten extraer el litio directamente de la salmuera sin necesidad de evaporarla completamente. Esto no solo mejora la eficiencia y la velocidad de producción, sino que minimiza la pérdida de agua y reduce los desechos industriales.
Amanda Hall, directora ejecutiva de la firma, señaló que el objetivo de la compañía es “crear un cambio sistémico en la cadena de suministro del litio, reduciendo los impactos ambientales y sociales sin sacrificar la calidad ni la competitividad económica”. La estrategia busca demostrar que la minería puede adaptarse a los nuevos criterios de sostenibilidad exigidos por el mercado y por la opinión pública.
Implicancias regionales y regulatorias
En América Latina, la implementación de esta tecnología podría marcar un antes y un después en la industria. Cada país enfrenta desafíos distintos: Chile avanza hacia un modelo de gobernanza público-privado del litio; Argentina intenta atraer inversión extranjera sin descuidar los estándares ambientales; y Bolivia mantiene un enfoque estatal, con miras a consolidar su propio proceso de industrialización.
La posibilidad de aplicar tecnologías de bajo consumo hídrico permitirá alinear los proyectos con las normativas ambientales y los criterios de financiamiento verde que ya rigen en los mercados internacionales. Además, podría acelerar los procesos de aprobación de nuevos yacimientos, tradicionalmente demorados por conflictos sociales o evaluaciones de impacto ambiental.
En México, donde el desarrollo del litio se encuentra en una etapa inicial, la experiencia sudamericana ofrece lecciones valiosas. La creación de LitioMX, empresa estatal encargada del recurso, ha despertado un debate técnico y jurídico sobre la viabilidad de la extracción. La adopción temprana de tecnologías como la de Summit Nanotech podría permitir al país evitar los errores ambientales cometidos en otros territorios áridos, especialmente en regiones como Sonora, donde el agua es igualmente escasa.
Una oportunidad para redefinir la minería
Más allá de los aspectos técnicos, el caso de Summit Nanotech representa una reconfiguración del paradigma minero. Tradicionalmente asociada a altos impactos ecológicos, la industria enfrenta hoy la exigencia de demostrar que la sostenibilidad no es un obstáculo para la rentabilidad, sino un factor estratégico de competitividad.
La transición energética —que impulsa la demanda mundial de litio, cobre y otros metales críticos— requiere no solo velocidad, sino inteligencia técnica y sensibilidad ambiental. En ese sentido, la reducción del uso de agua en un 30 % no es solo un dato de eficiencia operativa, sino un símbolo de lo que podría ser una nueva era para la minería global.
Si la innovación logra escalar industrialmente y adaptarse a los distintos contextos geológicos y sociales de la región, América Latina podría consolidarse como referente mundial en producción sustentable de litio. La tecnología de Summit Nanotech ofrece, así, una oportunidad concreta para avanzar hacia una minería más responsable, eficiente y compatible con los desafíos del siglo XXI.
