Moquegua, Arequipa y Apurímac concentran más de un tercio del gasto sectorial, en un escenario de recuperación sostenida del capital minero.
La inversión minera en el Perú consolida una fase de reactivación tras varios años de cautela. Entre enero y octubre de 2025, el sector acumuló desembolsos por US$ 4.481,9 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 17,7% respecto de igual período de 2024, según cifras oficiales. El resultado confirma un repunte progresivo del gasto de capital, impulsado principalmente por grandes operaciones del sur del país.
Moquegua lidera el mapa de inversiones
La región de Moquegua se posicionó como el principal destino de la inversión minera nacional, con US$ 600,2 millones ejecutados en los primeros diez meses del año, equivalentes al 13,4% del total. El monto refleja un crecimiento interanual de 8,4% y está asociado a la continuidad de proyectos de gran escala y labores de sostenimiento productivo.
En segundo lugar se ubicó Arequipa, con US$ 585,7 millones, registrando un alza significativa de 37,4% respecto de 2024 y una participación de 13,1%. Apurímac, en tanto, acumuló US$ 494,9 millones, con un incremento interanual de 36,8%, lo que le permitió representar el 11% del total nacional.
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En conjunto, estas tres regiones concentraron el 37,5% de la inversión minera del país, consolidando al corredor minero del sur como el eje estratégico del desarrollo sectorial.
Aceleración del gasto en octubre
El dinamismo se acentuó en el último tramo del período analizado. Solo en octubre de 2025, la inversión minera alcanzó US$ 573,1 millones, cifra que implica un crecimiento de 36,7% en comparación con octubre del año anterior. Este comportamiento sugiere una aceleración puntual de desembolsos, vinculada tanto a ampliaciones operativas como a la ejecución de infraestructura y obras complementarias.
Destacaron aumentos relevantes en regiones como Tacna, que duplicó su inversión (+101,9%), Huánuco (+119,4%), Apurímac (+73,8%) y Lima (+68,2%), reflejando una mayor dispersión geográfica del gasto en el corto plazo.
Ajustes regionales y alta concentración
No obstante, el desempeño no fue homogéneo. Regiones como Áncash (-9,5%), Cajamarca (-18,2%) y Ayacucho (-1,3%) registraron retrocesos acumulados, asociados principalmente a ajustes en cronogramas de inversión o al cierre de determinadas fases de proyectos.
Pese a estas diferencias, los datos confirman que la inversión minera en el Perú sigue altamente concentrada: las diez principales regiones explican más del 80% del total ejecutado. Aun así, el crecimiento observado en zonas intermedias abre señales de una expansión gradual del impacto territorial del sector.
La frase clave del escenario actual es clara: la inversión minera muestra una recuperación sostenida, con fuerte liderazgo regional y señales de mayor dinamismo hacia el cierre del año, reafirmando su rol central en la economía peruana.
