Investigadores en Australia desarrollan pilas de sodio con autonomía de 5.000 horas

Por:
Jonathan Naveas
Publicado porJonathan Naveas
Editor en Revista Digital Minera
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Un equipo de investigadores australianos ha desarrollado una pila de sodio que puede operar de manera sostenida durante más de 5.000 horas, lo que representa un avance significativo en el almacenamiento de energía para redes eléctricas. Este desarrollo podría transformar el panorama energético al ofrecer una alternativa más económica y segura frente a las baterías de litio tradicionales.

Un avance tecnológico desde Australia

La pila de sodio, diseñada por ingenieros de la Universidad de Queensland, marca un importante progreso para el sector energético, especialmente para el almacenamiento de energía renovable en redes eléctricas. Según datos publicados en el ‘Journal of the American Chemical Society’, este dispositivo utiliza un núcleo sólido con características similares al plástico, en lugar de los electrolitos líquidos convencionales, lo que disminuye significativamente el riesgo de sobrecalentamiento y mejora la seguridad.

Uno de los aspectos más innovadores de esta pila es el reemplazo del litio, un elemento más costoso y menos abundante, por el sodio, que puede extraerse de fuentes comunes como la sal marina. Este cambio no solo reduce los costos, sino que también disminuye la dependencia de concentradas cadenas de suministro internacionales, haciendo que esta tecnología se alinee con las necesidades de los sistemas eléctricos modernos.

Ventajas técnicas del sodio frente al litio

El sodio, debido a su abundancia y bajo coste, se ha convertido en un foco de atención para investigadores y empresas del sector energético. Este material no solo es accesible, sino que también resuelve problemas críticos presentes en las baterías de litio, como la formación de dendritas que pueden provocar cortocircuitos y acortar la vida útil del sistema. El nuevo prototipo incluye un electrolito copolímero en bloque que, además de ser no inflamable, ofrece canales internos que facilitan el movimiento de los iones, minimizando los riesgos técnicos.

En pruebas realizadas con cátodos de fosfato de sodio y vanadio, la batería logró conservar más del 91% de su capacidad inicial tras 1.000 ciclos de carga y descarga acelerados, incluso bajo temperaturas elevadas. Este rendimiento posiciona a las pilas de sodio como una solución prometedora para aplicaciones estacionarias a gran escala, donde la estabilidad a largo plazo es esencial.

El impacto potencial en las redes eléctricas

Las pilas de sodio ofrecen ventajas estratégicas para el almacenamiento de energía en la red eléctrica, ya que no requieren elementos como cobalto o níquel, asociados con problemas ambientales y sociales en su extracción. A su vez, la amplia disponibilidad de sodio permite que países sin reservas de litio puedan implementar soluciones energéticas propias de manera más equitativa.

Su estabilidad y bajo coste las convierten en candidatas ideales para integrarse en subestaciones eléctricas y compensar la intermitencia de fuentes renovables como la solar y la eólica. De cara al futuro, el desafío se enfoca en mejorar su rendimiento a temperatura ambiente, evitando la necesidad de condiciones específicas para facilitar el movimiento iónico. Tal como afirmó Cheng Zhang, líder del equipo investigador, “este tipo de rendimiento a largo plazo es esencial para el almacenamiento energético a nivel de red”.

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