El anuncio de la fusión entre Anglo American y Teck Resources —que dará origen a Anglo Teck— ha sacudido a la industria global del cobre. El acuerdo, calificado como una “fusión entre iguales”, posicionaría al nuevo grupo dentro del top 5 de los mayores productores mundiales, con operaciones clave en Chile, Canadá, EE.UU. y Sudáfrica. Sin embargo, especialistas coinciden en que, pese a su relevancia estratégica, el camino hacia la materialización no está libre de obstáculos.
“Estamos en un ciclo abierto de fusiones y adquisiciones”
Para Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, se trata de un hito mayor:
“Estamos hablando de palabras mayores en cuanto a fusiones y adquisiciones en la minería. Este acuerdo refleja una respuesta proactiva de las compañías frente a los intentos fallidos de compra hostil por parte de BHP y Glencore en 2023 y 2024”.
Según Guajardo, la escasez de yacimientos de alta calidad y el largo tiempo de maduración de nuevos proyectos hacen que la vía más rápida de crecimiento sea la consolidación. “Hace muchos años venimos anticipando que habría una reorganización a nivel global”, subraya, agregando que el proceso de fusiones y adquisiciones está lejos de cerrarse.
“Es la fusión más importante de la última década, pero no está asegurada”
El director ejecutivo de Núcleo Minero, Álvaro Merino, califica el acuerdo como uno de los más relevantes de los últimos diez años, aunque advierte que su concreción está sujeta a complejas aprobaciones regulatorias:
“Hay mucho camino que recorrer. Deben pronunciarse las autoridades de China, Canadá y Londres. Además, podría haber nuevos actores interesados en mejorar la oferta”.
Merino resalta que la operación refleja el apetito global por asegurar cobre, en línea con la demanda futura de electromovilidad y energías limpias. En ese escenario, China podría jugar un rol clave al evaluar su participación e influencia sobre el abastecimiento de minerales críticos.
“La fusión podría generar US$ 1.400 millones en Ebitda adicional”
Desde una óptica más cuantitativa, Patricio Faúndez, líder de economía de GEM Mining Consulting, proyecta que el grupo alcanzaría una producción conjunta de 1,2 a 1,3 millones de toneladas de cobre al año, comparable con gigantes como Glencore.
“Si se integran Collahuasi (559 kt en 2024) y Quebrada Blanca (208 kt), el nuevo conglomerado podría sumar 175 kt adicionales de cobre, generando cerca de US$ 1.400 millones en Ebitda incremental cada año”.
Faúndez recuerda que el proceso aún debe pasar por la aprobación de accionistas y reguladores, lo que podría tomar entre 12 y 18 meses. “Se trata de una operación de gran escala y alto impacto en el mercado”, enfatiza.
Consolidación y plazos
Los expertos coinciden en que la tendencia hacia la consolidación minera se acelerará, dada la escasez de proyectos greenfield y la presión por responder a la transición energética. Para Guajardo, la fusión podría materializarse en menos de cinco años, dado que se trata de operaciones ya activas y no de proyectos nuevos.
En síntesis, la creación de Anglo Teck marca un punto de inflexión en la industria: una apuesta por el cobre y los minerales críticos que refuerza la ola de consolidación global, aunque con un desenlace todavía sujeto a múltiples condiciones regulatorias y estratégicas.