El dinamismo manufacturero y energético compensó la caída del sector minero, según cifras del INE
El crecimiento de la producción industrial chilena en septiembre fue impulsado por la manufactura y la energía, aunque la minería mantuvo una tendencia contractiva que limita la recuperación general.
La economía chilena mostró señales de recuperación industrial en septiembre de 2025. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Producción Industrial (IPI) registró un aumento interanual de 1,5%, impulsado por el repunte en la manufactura y los servicios de electricidad, gas y agua. Sin embargo, el sector minero —tradicionalmente el más influyente del indicador— volvió a retroceder, marcando una baja de 1,8% respecto del mismo mes del año anterior.
La minería sigue a la baja: la debilidad de la producción metálica
El Índice de Producción Minera (IPMin) continúa en terreno negativo, afectado principalmente por la menor actividad en dos de los tres tipos de minería que lo componen. Según el informe del INE, la minería metálica —que concentra la producción de cobre, hierro, oro y otros metales— cayó 3,5%, restando 3,041 puntos porcentuales a la variación total del índice.
Este retroceso se atribuye, en parte, a la menor ley del mineral en algunas faenas y a detenciones programadas de mantenimiento en yacimientos de gran escala. En contraste, la minería no metálica y los servicios mineros mostraron ligeras mejoras, aunque insuficientes para revertir la tendencia general.
La caída del IPMin, que se suma a la registrada en agosto, confirma un enfriamiento de la producción minera en un contexto de precios internacionales más volátiles y de ajustes operativos en las principales compañías del rubro.
Manufactura al alza: los alimentos impulsan el crecimiento
A diferencia del desempeño minero, el Índice de Producción Manufacturera (IPMan) exhibió un avance interanual de 5%, siendo el componente más dinámico del IPI en septiembre.
El INE destacó el crecimiento de 13% en la elaboración de productos alimenticios, actividad que incidió en 3,769 puntos porcentuales del total. Este resultado refleja la reactivación de la demanda interna y externa de alimentos procesados, especialmente en las categorías de productos cárnicos, panificados y bebidas.
Analistas del sector industrial señalaron que la mejora manufacturera se asocia también a la normalización de las cadenas logísticas internacionales y a un mejor desempeño del comercio regional, factores que habían afectado la producción durante el año anterior.
Electricidad, gas y agua: leve pero constante expansión
El Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) registró un aumento de 1% en comparación con septiembre de 2024. De las tres actividades que lo integran, dos mostraron expansiones, con la electricidad liderando el alza gracias a un crecimiento de 1,1%, que aportó 0,812 puntos porcentuales al índice.
Este avance se explica por un mayor consumo eléctrico residencial e industrial, acompañado por una participación creciente de las energías renovables en la matriz de generación. La producción de gas y agua también presentó comportamientos positivos, aunque de menor magnitud.
Un repunte moderado tras un agosto negativo
El aumento del IPI en septiembre se produce luego de un desempeño negativo en agosto, cuando la producción industrial había sufrido una contracción interanual. No obstante, en términos de tendencia, el INE advirtió que la serie desestacionalizada mostró una disminución mensual de 0,2% y una baja de 0,9% frente a septiembre de 2024, lo que sugiere un repunte moderado más que un cambio estructural.
Economistas consultados advierten que la minería continúa siendo el factor de mayor incertidumbre, dado su peso en las exportaciones y en la recaudación fiscal. Mientras tanto, los sectores manufacturero y energético parecen consolidar un crecimiento estable, impulsando parcialmente la actividad económica nacional.
Perspectivas: recuperación parcial en un entorno desafiante
Si bien el repunte del IPI representa una señal positiva para la economía chilena, los expertos coinciden en que la recuperación industrial aún enfrenta desafíos estructurales. Entre ellos, la persistente baja en la productividad minera, los costos operacionales en aumento y la necesidad de acelerar la inversión en nuevas tecnologías y eficiencia energética.
En este sentido, el comportamiento de la minería durante el último trimestre será clave para definir el balance del año. Un posible repunte en los precios del cobre y el litio, junto con una mayor estabilidad climática en las faenas del norte, podría contribuir a una mejora en los próximos meses.

