Con el objetivo de garantizar la continuidad de sus operaciones y elevar sus estándares de protección ambiental y gestión hídrica, Compañía Minera Lomas Bayas anunció el avance de su plan estratégico de mantenimiento de infraestructura crítica. El programa, que ya ha intervenido cinco piscinas operacionales en 2025 con una inversión de US$6 millones, destinará US$10 millones adicionales para completar un total de 14 instalaciones hacia 2027.
Esta iniciativa no solo asegura el funcionamiento del sistema hidráulico para la recuperación de cobre, sino que posiciona a Lomas Bayas a la vanguardia en gestión preventiva de riesgos operacionales y ambientales, garantizando que las soluciones de proceso permanezcan dentro de un circuito cerrado hermético y trazable.
El desafío técnico de la Piscina de Emergencia
Actualmente, los trabajos se concentran en la Piscina de Emergencia, un hito técnico por sus dimensiones e interferencias operacionales: 14.800 m² de superficie y una capacidad de contención de 85.000 m³.
“Esta infraestructura es vital para la resiliencia operacional de nuestra planta SX-EW. La Piscina de Emergencia, actúa como un sistema de contención que nos permite manejar cualquier contingencia sin comprometer la continuidad del proceso ni el medio ambiente. Estamos hablando de una intervención técnica mayor: 14.800 m² de revestimiento HDPE que deben instalarse bajo estrictos protocolos de calidad, asegurando hermeticidad total del sistema. Es ingeniería de precisión aplicada a la sostenibilidad operacional”, destacó Jorge Leal, Ingeniero Senior de Ejecución de Proyectos.
Gestión estratégica de activos
A diferencia de los proyectos enfocados únicamente en aumentar la producción, este plan se centra en la confiabilidad y sostenibilidad de largo plazo, un pilar clave en la minería moderna.
“Como parte de nuestro plan de integridad de activos, este año hemos priorizado nuestras piscinas de manejo de soluciones, porque son infraestructuras que requieren intervenciones mayores para lograr una producción segura y confiable. Si bien no es un proyecto para aumentar producción de cobre directamente, nos entrega la certeza de que nuestra infraestructura crítica está en condiciones estructurales óptimas para operar sin riesgos por décadas”, subrayó Luis Vargas, Superintendente de Servicios para la Operación.
La intervención técnica consiste en la restitución total de la condición estructural de las piscinas, incluyendo el retiro de revestimientos deteriorados y la instalación de nuevas láminas de HDPE (polietileno de alta densidad), aplicando las mejores prácticas internacionales de la industria minera.
La ejecución de estas obras, dada su magnitud y complejidad técnica, se ha desarrollado bajo estrictos controles críticos y supervisión especializada.
“La instalación de geomembranas HDPE en piscinas de esta envergadura requiere condiciones ambientales controladas y protocolos de soldadura certificados. Cada junta debe pasar pruebas de hermeticidad y trazabilidad completa. Nuestro enfoque es de cero tolerancia a desviaciones en controles críticos. Además de precaución, es gestión técnica de riesgos con estándares internacionales”, explicó Luis Gortari, Ingeniero de Terreno.
Proyección 2025-2027
Con cinco piscinas ya restauradas exitosamente, Lomas Bayas continuará con la intervención progresiva de las nueve restantes hasta 2027.
“Ya llevamos un muy buen desempeño tanto en calidad de ejecución como en seguridad. Este año ejecutamos US$6 millones y continuaremos con US$10 millones adicionales para completar el programa en las piscinas planificadas”, concluyó Vargas.
Con este plan, Lomas Bayas no solo extiende la vida útil de sus activos clave, sino que refuerza su compromiso con una minería responsable y sostenible en la Región de Antofagasta, anticipándose a riesgos y protegiendo el entorno natural mediante infraestructura de contención.
