El International Energy Forum (IEF) reveló que más del 60% de la demanda global de minerales críticos se satisface a través del comercio internacional. Esta cifra subraya una profunda interdependencia estructural entre las economías productoras y consumidoras en medio de la aceleración hacia energías limpias.

Según el informe «A Critical Minerals Enabled Energy Future«, esta dependencia hace que las cadenas de suministro sean altamente sensibles a tensiones geopolíticas, controles de exportación y cuellos de botella en el refinamiento. Los minerales se han transformado en la base de la electrificación, la infraestructura digital y la manufactura avanzada.

Riesgos de suministro y rol de Chile

El documento proyecta que la demanda global de los cinco minerales clave (cobre, níquel, cobalto, litio y tierras raras) pasará de 28 millones de toneladas en 2021 a casi 41 millones de toneladas para el año 2040.

El cobre seguirá siendo el componente principal, duplicando su demanda a más de 12 millones de toneladas.
El litio y el níquel registrarán las tasas de crecimiento más rápidas, expandiéndose más de diez veces debido a la fabricación de baterías.
La minería de litio continúa dominada por Australia, Chile y China, países que en conjunto representaron más de las tres cuartas partes de la producción mundial en 2022.

El IEF advierte sobre posibles déficits materiales de cobre y níquel para mediados de la década de 2030. Además, destaca que los vehículos eléctricos utilizan cuatro veces más cobre que los de combustión interna, proyectando que el consumo de este metal solo para electromovilidad saltará de 200.000 toneladas (2020) a 3,4 millones de toneladas en 2035.

Concentración geográfica y respuesta política

La oferta mundial presenta una alta concentración geográfica. Indonesia aporta más de la mitad del níquel, la República Democrática del Congo produce el 70% del cobalto y China controla más del 90% de la capacidad de refinamiento de tierras raras.

Ante este escenario, las respuestas gubernamentales se han acelerado:

El número de políticas sobre minerales críticos emitidas desde 2020 casi duplicó el total de las dos décadas anteriores.
Existen más de 600 políticas a nivel mundial que apuntan a estas cadenas de suministro.
Países productores como Indonesia, Chile y Perú están implementando normativas orientadas a la inversión en etapas iniciales (upstream) y a la generación de valor agregado local.

El IEF concluye que las intervenciones que distorsionan el mercado podrían aumentar la volatilidad. El organismo propone establecer mercados transparentes, datos compartidos y un diálogo estructurado entre productores y consumidores, similar a los mecanismos utilizados en los mercados del petróleo, para reducir la incertidumbre en la inversión.