Los inversores están mostrando cada vez más interés en el mercado de las compensaciones de carbono, que se espera que alcance los 15 billones de dólares en 2050. Las compensaciones de carbono son una forma financiera viable de animar a las empresas a rendir cuentas por su contaminación. Empresas globales como Disney, Microsoft, Gucci, ExxonMobil, Delta y EasyJet están invirtiendo millones en bonos de carbono para equilibrar sus emisiones. Según un estudio, la inversión en proyectos de créditos de carbono alcanzó los 36.000 millones de dólares entre 2012 y 2022, y se espera que el mercado siga creciendo exponencialmente. El mercado voluntario de carbono también ha experimentado un notable crecimiento y se estima que los créditos de carbono generados y vendidos alcanzarán alrededor de 1 billón de dólares en 2037.
Aumento de la moneda de carbono
Los créditos de carbono permiten a las empresas emitir una cantidad determinada de dióxido de carbono u otros gases de efecto invernadero pagando un precio monetario. No sustituyen la eliminación de carbono, pero son una opción pragmática para equilibrar la producción. Las empresas y las personas pueden comprar estos créditos para mitigar sus emisiones y el dinero se invierte en tecnologías negativas para el carbono. Los mercados de carbono son cruciales en la transición hacia las energías renovables y se espera que alcancen los 15 billones de dólares en 2050. La Alianza del Carbono de los EAU se comprometió a comprar 450 millones de dólares en créditos de carbono africanos en 2030 para ayudar a los países africanos en su creciente necesidad de energía.
Un nuevo commodity
La demanda de créditos de carbono está creciendo rápidamente debido a los compromisos de sostenibilidad de las empresas y a las regulaciones gubernamentales más estrictas. Esto aumentará el valor del carbono en los próximos años, ya que la oferta de créditos de alta calidad es limitada. Sin embargo, existen desafíos como la desglobalización y el proteccionismo comercial, que dificultan la cooperación necesaria para alcanzar objetivos globales comunes. Esto está obstaculizando a los países de renta baja y media en su transición energética. A pesar de estos desafíos, la funcionalización y mercantilización del carbono están impulsando hacia la neutralidad global del carbono y creando un mercado multimillonario.