La minería espacial no es ciencia ficción, es una necesidad urgente para el futuro de la humanidad. Así lo afirmó Christine Gibbs, directora del Consejo de Relaciones entre Australia y América Latina (COALAR), en su ponencia «Minería fuera de la Tierra: la próxima frontera», presentada en el marco de PERUMIN 37. Según la experta, si la humanidad aspira a habitar otros planetas, la exploración y extracción de minerales serán «vitales para sostener la vida humana y crear una sociedad viable fuera de la Tierra».
Gibbs subrayó que este tema, a pesar de su inmensa importancia, no recibe la atención que merece. En su presentación, destacó la estrecha colaboración que ya existe con la NASA, que, a través de programas como Artemis (proyectado para 2027), busca dar prioridad al hallazgo de agua y otros minerales esenciales durante sus futuras misiones de exploración.

La especialista señaló que las operaciones mineras fuera del planeta comparten sorprendentes similitudes con las que se realizan en la Tierra. Ambas enfrentan desafíos monumentales como condiciones climáticas extremas, altos costos operativos y la necesidad de tecnologías especializadas. Esta similitud hace que la experiencia y los conocimientos del sector minero terrestre sean invaluables para el desarrollo de la minería espacial.
Tecnología y colaboración: el puente entre la Tierra y el espacio
Gibbs enfatizó que existen vastas oportunidades de colaboración entre la minería tradicional y la exploración espacial. Áreas como la tecnología de mapeo, automatización, robótica, inteligencia artificial y soluciones energéticas son campos donde la minería terrestre ha avanzado enormemente y pueden ser directamente aplicadas a las misiones espaciales.
«La misión es ver si hay agua en la Luna y analizarlo en tiempo real, además de ver qué hay en la superficie y tendría que mapearse», comentó Gibbs, destacando que las lecciones aprendidas en la minería terrestre pueden ser replicadas y mejoradas en el exterior. Un dato fascinante que compartió es que «un día lunar es un mes para nosotros», lo que subraya las extremas condiciones que se deben tener en cuenta.
Un mercado trillonario en el horizonte
Gibbs concluyó su presentación con una proyección económica asombrosa: se estima que el sector de la economía espacial moverá unos 1.8 trillones de dólares en los próximos 10 años. En este vasto mercado, la exploración y el aprovechamiento de los recursos espaciales serán las actividades principales, confirmando que la minería fuera de la Tierra no es solo una visión a largo plazo, sino una realidad económica inminente que definirá el futuro de la humanidad.