Consejo de Ministros aprueba nueva norma de emisión para fundiciones de cobre y fuentes emisoras de arsénico.
El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático aprobó una nueva norma de emisión que establece exigencias más estrictas para la reducción de contaminantes atmosféricos en fundiciones de cobre y fuentes emisoras de arsénico.
Normativa más rigurosa para mejorar la calidad del aire
La nueva norma tiene como objetivo reducir las emisiones nocivas al aire, como material particulado, dióxido de azufre, arsénico y mercurio, contribuyendo así a mejorar la calidad del aire en zonas previamente afectadas por la actividad industrial.
La ministra Maisa Rojas mencionó: “Nuestro propósito es proteger la salud de las personas y el medio ambiente. Con esta normativa, avanzamos hacia un desarrollo más sostenible y mejora de la calidad de vida”.
Implementación progresiva y controles estrictos
La aplicación de la norma se llevará a cabo en tres etapas, considerando requisitos diferenciados para fuentes nuevas y existentes. Se establecen porcentajes mínimos de captura y fijación de contaminantes, límites globales de emisión y restricciones específicas para chimeneas de procesos unitarios.
La primera etapa exigirá a las fuentes existentes capturar al menos el 95% de sus emisiones de azufre y arsénico. Asimismo, las nuevas instalaciones deberán alcanzar un 99,5% de captura. En etapas posteriores, se incrementarán estos porcentajes junto con reducciones en los límites máximos de emisión.
Supervisión y fiscalización
La Superintendencia del Medio Ambiente será responsable de fiscalizar el cumplimiento de la normativa, estableciendo protocolos de medición y verificación. Además, se requerirá la implementación de planes de control de emisiones de material particulado y prácticas operativas para prevenir emisiones fugitivas.
Consulta pública y mejoras incorporadas
La actualización de la normativa fue sometida a consulta pública en la cual se recibieron observaciones de diversos actores. Como resultado, se realizaron ajustes en los límites de emisión y se incluyeron nuevas obligaciones de control de material particulado para fortalecer la gestión de calidad del aire en Chile.
Con esta regulación, se avanza en la protección de la salud de las comunidades y en el cumplimiento de estándares ambientales más exigentes para la industria, reflejando un compromiso con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente.