El impulso de Estados Unidos y sus aliados para crear una cadena de suministro de imanes independiente de China se topa con un obstáculo crítico: la escasez de disprosio y terbio. A pesar de las inversiones millonarias en empresas como MP Materials, la falta de estos elementos «pesados» amenaza la viabilidad de la industria de imanes para vehículos eléctricos y defensa.
Estados Unidos y sus aliados han acelerado sus esfuerzos para construir una cadena de suministro alternativa de imanes de tierras raras superpotentes, componentes vitales para tecnologías de defensa, vehículos eléctricos (EV), electrónica y turbinas eólicas. Sin embargo, esta estrategia enfrenta un problema fundamental: la escasez de elementos de tierras raras pesadas.
La empresa estadounidense MP Materials, respaldada por miles de millones de dólares en apoyo gubernamental de EE. UU. y un acuerdo en julio, busca integrar toda la cadena de suministro, desde la minería hasta la producción de imanes. Aunque la compañía celebró un aumento del 51% en la producción de dos tierras raras ligeras este trimestre, los analistas advierten que la falta de elementos pesados podría ser su «talón de Aquiles».
El cuello de botella: Disprosio y Terbio
La mina Mountain Pass de MP Materials en California contiene principalmente tierras raras ligeras, con solo trazas de elementos pesados. El disprosio y el terbio son esenciales porque permiten que los imanes retengan sus cualidades magnéticas bajo altas temperaturas, una característica crítica para los motores de vehículos eléctricos.
Según Ilya Epikhin, director principal de la consultora Arthur D. Little, MP enfrenta un desafío formidable y necesitará buscar recursos en lugares como Brasil, Malasia o África, un proceso que requiere tiempo.
- Estrategias de MP Materials:
- El director de operaciones, Michael Rosenthal, afirmó que están «participando activamente» con proveedores potenciales de insumos pesados, aunque no reveló nombres.
- La empresa tiene un acuerdo de $500 millones con Apple, mediante el cual el gigante tecnológico suministrará materiales reciclados que contienen tierras raras pesadas para que MP fabrique imanes.
- Planean lanzar una instalación de separación de tierras raras pesadas el próximo año, con el objetivo de producir 200 toneladas anuales de disprosio y terbio.
Datos clave: La dependencia de China persiste
A pesar de los esfuerzos, MP Materials y Occidente siguen siendo vulnerables a la geopolítica y a las restricciones de exportación de China. Datos de consultoras especializadas revelan un panorama desafiante:
- Benchmark Mineral Intelligence: Proyecta que Occidente seguirá dependiendo de China para el 91% de sus necesidades de tierras raras pesadas en 2030 (frente al 99% en 2024).
- Precios: La escasez fuera de China se refleja en los costos. El óxido de disprosio cotiza a $900 por kg en Róterdam, más del triple que los $255 en China, según Fastmarkets.
- Déficit proyectado: Según CRU, para 2035 habrá un déficit global de 2,920 toneladas en el equilibrio de oferta/demanda de óxidos de disprosio y terbio. Las minas fuera de China cubrirán solo el 29% del consumo externo en los sectores automotriz y eólico.
Proyectos internacionales para cerrar la brecha
Diversas compañías están anunciando nuevos proyectos, aunque la mayoría tardará años en concretarse. Erik Eschen, CEO de la alemana Vacuumschmelze (VAC), señaló que, si bien el resto de los recursos se pueden conseguir, «realmente se trata de los pesados».
Principales iniciativas en curso:
- Vacuumschmelze (VAC): Ha inaugurado una planta en Carolina del Sur (EE. UU.) y ha cerrado acuerdos de suministro con Torngat Metals (proyecto Strange Lake en Canadá) y Aclara Resources (proyecto Carina en Brasil).
- Lynas Rare Earths (Australia):
- Se convirtió este año en el primer productor de separación de tierras raras pesadas fuera de China, operando en Malasia.
- Planea expandir la producción a 250 toneladas de disprosio y 50 toneladas de terbio al año, abasteciéndose de su mina Mt. Weld (Australia) y de Malasia.
- Iluka Resources (Australia): Está construyendo una refinería en Eneabba, Australia Occidental. Se espera su puesta en marcha para 2027, con capacidad para procesar hasta 750 toneladas anuales de tierras raras pesadas. También ha acordado suministro con Northern Minerals (inicio previsto en 2028).
Desafíos ambientales y costos de procesamiento
El analista de CRU, Piyush Goel, advierte que para cerrar la brecha se necesitará más suministro minero con costos superiores a la base actual. Neha Mukherjee, de Benchmark Mineral Intelligence, añade que aunque la tecnología de refinación estará disponible globalmente para 2029, los costos fuera de China seguirán siendo entre 5 y 7 veces más altos.
Además, existen barreras ambientales significativas:
- Extracción en arcillas iónicas: Es donde se encuentran mayores cantidades de tierras raras pesadas. La técnica estándar implica el uso de productos químicos que, en lugares como Myanmar, han causado deforestación y contaminación del agua.
- Radiactividad: La minería de depósitos de monacita incluye elementos radiactivos como uranio y torio, complicando su eliminación segura.
Aunque empresas occidentales prometen métodos ecológicos, a menudo enfrentan escepticismo y oposición local, lo que añade otra capa de complejidad a la urgencia de asegurar estos minerales críticos.
