Sam Altman ordenó priorizar la calidad del chatbot y pausar otros proyectos ante el avance de competidores como Google y Anthropic.
Este martes, The Wall Street Journal reveló que el CEO de OpenAI, Sam Altman, declaró un «código rojo» al interior de la compañía con el objetivo de mejorar su inteligencia artificial.
Según lo informado por el medio especializado, el lunes se difundió un memorando interno que instruye priorizar el mejoramiento de la calidad de ChatGPT, dejando de lado temporalmente otras iniciativas en desarrollo.
La medida surge como respuesta directa a la presión ejercida por empresas competidoras que han ganado ventaja en el mercado de la IA. Altman habría enfatizado la necesidad de optimizar la experiencia diaria de uso, la personalización, velocidad, confiabilidad y la capacidad de respuesta de la herramienta.
Presión de la competencia
El cambio de estrategia ocurre tras el lanzamiento de una nueva versión de Gemini por parte de Google, la cual superó a los modelos de OpenAI en pruebas comparativas e impulsó el valor de las acciones del gigante tecnológico.
Asimismo, OpenAI enfrenta una fuerte disputa por los clientes corporativos frente a Anthropic, desarrolladora de sistemas de IA que ha incrementado su popularidad en el sector empresarial.
Proyectos en pausa
Debido a esta reestructuración de prioridades, la compañía ha decidido detener por el momento el desarrollo de diversas iniciativas, entre las que destacan:
- Proyectos de publicidad.
- Agentes de IA destinados a salud y compras.
- Un asistente personal conocido como «Pulse».
Esta dirección coincide con los recientes comentarios de Nick Turley, jefe de ChatGPT. En el marco del tercer aniversario del chatbot, el ejecutivo señaló que la empresa se enfocará en «seguir creciendo y ampliar el acceso a nivel mundial», con el fin de hacer el sistema más intuitivo y personal.