El precio del oro mostró un rebote significativo, acercándose a los 4.000 dólares por onza tras una caída global de acciones.
El oro como refugio ante la volatilidad bursátil
El metal precioso experimentó un ascenso de hasta un 1,5%, alcanzando los 3.989,53 dólares por onza en su modalidad de oro al contado. Por otro lado, los futuros del oro estadounidense subieron un 1%, ubicándose en 3.996,50 dólares por onza. Este rebote ocurre después de que, en la sesión anterior, los precios registraran una caída cercana al 2%.
La recuperación del oro se produjo tras la publicación de nuevos datos laborales en Estados Unidos que revelaron un aumento mayor al esperado en el empleo privado. Dicha fortaleza en el mercado laboral disminuye la probabilidad de futuros recortes en las tasas de interés, lo cual normalmente impacta de forma negativa tanto a los precios del oro como a los mercados de renta variable, según lo indicado en el informe.
Perspectivas hacia una fase de consolidación
En lo que va del año, el oro ha incrementado su valor en un 50%, impulsado principalmente por expectativas de tasas de interés más bajas y una sólida demanda de los bancos centrales. No obstante, el reciente comportamiento del mercado muestra una señal de retroceso tras haber alcanzado un récord histórico el mes pasado.
Según Bart Melek, estratega de TD Securities, “no debería sorprender que el oro consolide dentro de un rango de 3.800 a 4.050 dólares por onza”, citando factores como incertidumbres respecto a nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y una disminución en las compras minoristas de China.

