El intercambio técnico, resaltado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), se centra en pilares de sostenibilidad como la eficiencia energética, gestión hídrica y la economía circular, fortaleciendo la competitividad del sector. China reafirma su rol estratégico como el principal socio comercial de Perú y destino prioritario para sus exportaciones de cobre, hierro y zinc.
La colaboración entre Perú y China se establece como un eje estratégico fundamental, con China consolidada como el principal socio comercial de Perú y el destino prioritario para sus exportaciones clave de cobre, hierro y zinc, metales esenciales para la transición energética global. Este vínculo binacional está impulsando la adopción de tecnologías avanzadas como la automatización, la inteligencia artificial y el monitoreo en tiempo real en las operaciones locales, buscando activamente la reducción de costos operativos y la minimización del impacto ambiental en el sector.
Foco en Sostenibilidad y Eficiencia
Juan Carlos Ortiz, vicepresidente del IIMP, destacó que este intercambio de conocimientos está marcando un cambio significativo. El enfoque técnico está direccionado específicamente a mejorar la eficiencia energética, optimizar la gestión hídrica y aplicar los principios de la economía circular en los procesos extractivos. La integración de estos pilares no solo eleva los estándares de sostenibilidad, sino que también contribuye directamente a la formación de profesionales peruanos, preparándolos para liderar proyectos en un entorno global de alta demanda tecnológica.
Fortalecimiento de la Inversión Estratégica
La relación entre ambas naciones va más allá del intercambio comercial. En las últimas dos décadas, el capital chino ha demostrado un interés sostenido en el desarrollo minero de Perú, comprometiéndose no solo con operaciones consolidadas, sino también con proyectos en etapa de exploración y estudios de factibilidad. Este compromiso estratégico con la transferencia tecnológica y el acceso a conocimientos especializados tiene el potencial de incrementar los niveles de competitividad de la minería peruana en el mercado global.
