Una categórica respuesta dio el presidente del gremio minero Sonami, Jorge Riesco, al ministro de Economía, Nicolás Grau, quien solicitó que las empresas mineras fueran parte de la solución para evitar el cierre de la Siderúrgica Huachipato y compraran a precios más altos.
«Obviamente Huachipato era proveedor de materia prima para la fabricación de bolas de molienda y hay ahí un efecto en la cadena de suministro de las mineras. Pero en eso hay que ser muy claros: cada empresa tiene una estrategia respecto de la cadena de suministros y tiene libertad para decir las compras de la cadena de suministro. Tiene que regir el mercado y (buscar) las mejores condiciones», aseveró Riesco.
«No me parece bien que apenas ocurre esto se recurra a los grandes compradores de esos insumos para tratar de arreglar el problema. A mí me parece que se está tratando de traspasar la responsabilidad (a las mineras)», argumentó.
«No somos indiferentes a esto (el cierre de Huachipato) y creo que ninguna empresa lo es», señaló, enfatizado que «obviamente no somos indiferentes a los 20 mil empleos que se van a perder en la región del Biobío y tiene que movernos, hay que tratar de aminorar el impacto».
El caso de Paipote
Pero reflexionó que la situación se parece a lo ocurrido con la Fundición Paipote de Enami, cuya operación tenía efectos ambientales severos y cerró para modernizar sus instalaciones. «En algún momento hay que reconocer que la instalación no puede seguir funcionando en esas condiciones operativas y de costos tan altos», dijo Riesco.
«Tenemos que preguntarnos qué pasó que la empresa queda fuera de la carrera después de más de 70 años de funcionamiento exitoso y con el impacto que eso tiene en el empleo», agregó.
«Hay que tratar de analizar los casos exitosos (de siderúrgicas) y homologarlos en Chile», añadió. Indicó que «todo lo que signifique mejorar la calidad y costos en la cadena de abastecimiento de la minería, bienvenido sea».
Insistió que «no somos indiferentes (a lo que ocurre en Huachipato), ninguna empresa lo es, pero las empresas deben actuar con total libertad respecto de (la compra) de sus suministros».