El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que solicitará al nuevo ministro de Trabajo, Marath Bolaños, que se reúna con la empresa minera Grupo México y el líder sindical Napoleón Gómez Urrutia, con el fin de resolver los conflictos laborales que llevan más de una década sin resolverse.
Grupo México, un conglomerado controlado por Germán Larrea, una de las personas más ricas de México, ha estado en conflicto con López Obrador debido a una concesión ferroviaria y ha experimentado problemas en varias de sus minas, donde la producción se ha estancado durante años debido a conflictos con los trabajadores.
La mina San Martín, ubicada en el estado central de Zacatecas y dedicada a la extracción de plomo, cobre, zinc y plata, tuvo una huelga que duró desde 2007 hasta 2018. Recientemente, la mina fue objeto de escrutinio por parte de Estados Unidos debido a posibles violaciones de un pacto comercial regional, ya que un sindicato conocido como «Los Mineros» argumenta que la huelga sigue vigente legalmente.
Las minas subterráneas de Taxco, en el estado central de Guerrero, especializadas en la producción de plomo y zinc, han estado cerradas desde 2007 debido a una huelga. Además, la mina a cielo abierto de cobre Buenavista en el distrito minero de Cananea, en el estado norteño de Sonora, también se vio afectada por una huelga que duró desde 2007 hasta 2010.
López Obrador expresó su deseo de buscar la conciliación entre las partes involucradas, priorizando los intereses de los trabajadores por encima de los de los empresarios y líderes sindicales. Durante su conferencia de prensa diaria, destacó que Bolaños se reunirá tanto con el presidente ejecutivo de Grupo México, Germán Larrea, como con Napoleón Gómez Urrutia, antiguo líder del sindicato «Los Mineros» y senador del partido MORENA.
El presidente instó a Bolaños a aceptar el cargo de ministro de Trabajo, reemplazando a Luisa María Alcalde, quien se convertirá en ministra del Interior en medio de una reorganización del gabinete. López Obrador mencionó que Alcalde no mantenía una buena relación con Gómez Urrutia y expresó su esperanza de que su sucesor pueda generar un espacio propicio para el diálogo y las negociaciones.
«Ahora que Marath está en el Ministerio de Trabajo, podemos llegar a un acuerdo», afirmó el presidente.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado su preocupación por los conflictos laborales que han persistido durante más de una década en Grupo México, una importante empresa minera del país. En ese sentido, ha anunciado que pedirá al recién nombrado ministro de Trabajo, Marath Bolaños, que se reúna con representantes de la empresa y del sindicato para buscar una solución.
Grupo México, liderado por Germán Larrea, una de las personas más adineradas de México, ha tenido enfrentamientos con López Obrador debido a una concesión ferroviaria y ha experimentado paralizaciones en varias de sus minas debido a conflictos laborales prolongados. La mina San Martín, dedicada a la extracción de plomo, cobre, zinc y plata en Zacatecas, estuvo en huelga desde 2007 hasta 2018, y recientemente fue objeto de escrutinio por parte de Estados Unidos debido a posibles violaciones de un acuerdo comercial regional.
Las minas subterráneas de Taxco, en Guerrero, y la mina a cielo abierto de Buenavista en Cananea, Sonora, también han sufrido huelgas que han paralizado la producción desde 2007. Estos conflictos laborales han generado tensiones y afectado tanto a la empresa como a los trabajadores.
López Obrador ha destacado la importancia de buscar la conciliación y proteger los intereses de los trabajadores. Ha expresado su deseo de que Bolaños se reúna tanto con el presidente ejecutivo de Grupo México, Germán Larrea, como con Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato minero y senador del partido MORENA. El objetivo es encontrar una solución que beneficie a ambas partes y permita reanudar la producción minera de manera equitativa y sostenible.
El presidente ha instado a Bolaños a asumir el cargo de ministro de Trabajo en lugar de Luisa María Alcalde, quien pasará a ser ministra del Interior. López Obrador espera que el nuevo ministro pueda generar un ambiente propicio para el diálogo y las negociaciones, facilitando así la resolución de los conflictos laborales que han afectado al sector minero en México.
El diálogo y la conciliación son fundamentales para alcanzar acuerdos que beneficien a todas las partes involucradas. López Obrador confía en que, a través de estas reuniones y esfuerzos conjuntos, se pueda encontrar una solución a largo plazo que promueva la estabilidad laboral y el desarrollo del sector minero en México.
