Un hito técnico y operativo marcó esta semana el renacimiento de la mina de uranio Kayelekera, en Malawi, tras más de una década de inactividad. Lotus Resources confirmó la realización de la primera explosión minera en el yacimiento a cielo abierto, un paso decisivo para avanzar desde el procesamiento de acopios hacia la producción con mineral fresco, clave para alcanzar niveles estables de operación a partir de 2026. La frase clave integrada en este artículo es: “el proyecto mantiene su hoja de ruta hacia una producción estable en 2026”.
De los acopios al mineral fresco: una nueva etapa operativa
La voladura, anunciada por la compañía en un comunicado al ASX el 24 de noviembre, coincide con la puesta a punto de la planta de procesamiento, que ya había retomado operaciones en agosto de 2025 y producido sus primeros lotes de yellowcake seco utilizando mineral acopiado de ciclos previos. En las próximas semanas se iniciará la entrega de mineral recién extraído a la plataforma de run-of-mine, lo que permitirá complementar el material actualmente procesado y sostener el incremento progresivo de producción.
El plan de escalamiento contempla alcanzar una capacidad de 200.000 libras mensuales de U₃O₈ durante el primer trimestre de 2026. Según Lotus, los acopios remanentes han tenido un rendimiento superior al previsto, y la introducción de mineral fresco permitirá asegurar la continuidad y robustez del circuito metalúrgico.
El director general, Greg Bittar, calificó el inicio de las operaciones de perforación y voladura como “otro hito mayor para Kayelekera”, destacando que el mineral procesado hasta ahora “ha superado las expectativas” y que la transición hacia mineral nuevo respaldará la trayectoria de aumento productivo.
Una mina que vuelve a la vida tras años de interrupciones
Kayelekera inició su producción en 2009, pero la volatilidad del mercado y el desplome del precio del uranio tras el accidente de Fukushima en 2011 forzaron su cierre en 2014. Después de seis años bajo régimen de mantenimiento, Lotus Resources adquirió el activo en 2020 y elaboró un plan acelerado de reactivación.
La planta renovada fue comisionada en 2025 y la reciente voladura confirma el retorno completo de actividades. El depósito posee recursos minerales estimados en 51,1 millones de libras de U₃O₈ equivalente, incluyendo Livingstonia, y produjo históricamente 11 millones de libras entre 2009 y 2014. Lotus controla el 85% del proyecto y el Gobierno de Malawi el 15% restante.
En paralelo, la empresa informó avances significativos en el proceso de acreditación de producto ante los principales conversores de uranio del mundo, con muestras ya enviadas a Estados Unidos, Canadá y Francia. Esta certificación es vital para asegurar contratos de suministro a largo plazo.
Impacto económico y proyección nacional
El retorno de Kayelekera tiene una dimensión más amplia para Malawi. Se trata del que fue su mayor proyecto minero y una fuente relevante de actividad económica y empleo en la región. Su cierre expuso la dependencia del país frente a las fluctuaciones globales de commodities y los efectos sociales en comunidades cercanas. El reinicio bajo una administración renovada coincide con un mercado internacional más favorable para el uranio, impulsado por la transición energética y el renovado interés en la energía nuclear.
Lotus destacó que la planificación meticulosa y el enfoque disciplinado del equipo en terreno han permitido mantener el impulso desde la puesta en marcha hasta el reinicio minero. “Mientras llevamos a Kayelekera de vuelta a producción”, afirmó Bittar, la compañía busca consolidarse “como un productor global de uranio en un momento especialmente dinámico para el sector energético”.
Con la primera voladura completada y el procesamiento en marcha, el proyecto mantiene su hoja de ruta hacia una producción estable en 2026, marcando el mayor avance en Kayelekera desde su paralización hace más de diez años.

