La decisión de China de suspender exportaciones clave ya genera impacto en la industria automotriz mundial, que advierte sobre inminentes paralizaciones.
Relacionados:
La medida, vista como parte de la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y China, pone en riesgo la producción de autos, misiles y semiconductores a nivel global.
China bloquea minerales esenciales y sacude las cadenas de producción
China decidió en abril suspender las exportaciones de aleaciones, mezclas e imanes de tierras raras, insumos vitales para sectores estratégicos como el automotriz, el aeroespacial y el militar. Esta acción ha generado una cadena de reacciones internacionales, con múltiples industrias advirtiendo sobre interrupciones inminentes en la producción si no se revierte con rapidez.
La paralización de exportaciones afecta especialmente a imanes industriales que permiten el funcionamiento de motores eléctricos, drones, robots y sistemas de defensa. Las detenciones se producen en puertos chinos, mientras Pekín redacta un nuevo sistema regulatorio que podría restringir de forma permanente la salida de estos recursos a empresas extranjeras.
Alemania, India y Japón se suman a la presión diplomática
Fabricantes de automóviles alemanes, japoneses e indios alertaron que la medida amenaza con detener la producción, desencadenando efectos económicos locales severos. Desde Europa hasta Asia, diplomáticos y ejecutivos están buscando reuniones de urgencia con el gobierno chino para acelerar una reapertura de los envíos.
Delegaciones empresariales de Japón ya han confirmado visitas a Pekín a comienzos de junio, mientras que diplomáticos europeos de países con grandes industrias automotrices solicitaron reuniones de “emergencia” con el Ministerio de Comercio chino.
Estados Unidos intensifica la presión sobre China
El presidente Donald Trump ha endurecido su postura frente a China desde el inicio de su segundo mandato, imponiendo aranceles de hasta un 145% a productos chinos. Sin embargo, las recientes restricciones de Pekín han sido interpretadas como una jugada estratégica para forzar negociaciones.
Según Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, Trump hablará esta semana con el presidente Xi Jinping y el tema de los minerales críticos estará al centro de la conversación. El mandatario ya ha calificado la demora china como una “violación del acuerdo comercial de Ginebra”.
Mientras tanto, empresas como General Motors, Toyota, Volkswagen y Hyundai, representadas por un grupo comercial conjunto, ya elevaron una carta a la Casa Blanca expresando grave preocupación por el impacto de la medida en la industria estadounidense.
La amenaza real de paralización industrial global
Las cadenas de suministro están tensionadas al máximo. “Si la situación no cambia con rapidez, no se pueden descartar retrasos ni interrupciones”, advirtió Hildegard Müller, presidenta del influyente lobby automotriz alemán.
Los países y compañías afectadas ya evalúan fuentes alternativas de suministro, aunque advierten que no existen soluciones inmediatas debido al amplio dominio de China en la producción global de tierras raras.
