El Ministerio de Energía finaliza una hoja de ruta para gestionar el ciclo de vida de la infraestructura verde, ante el inminente aumento de desechos tecnológicos.
El Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Energía, trabaja en la integración de la economía circular en el desarrollo de energías renovables y la naciente industria del hidrógeno verde (H2V). El objetivo es anticiparse al impacto ambiental que generarán estos proyectos al cumplir su vida útil.
Durante el IV Seminario Internacional del Hidrógeno, organizado por la Universidad Autónoma de Chile, Eduardo Acuña, Jefe de la División de Desarrollo de Proyectos de la cartera, subrayó la necesidad de mirar a largo plazo.
“Es crucial mirar más allá de la entrada en operación de los proyectos —incluidos los de hidrógeno verde— para abordar la pregunta de qué sucederá con ellos al finalizar su vida útil”, sostuvo la autoridad.
Un millón de toneladas de residuos
Las proyecciones del sector anticipan un desafío logístico y ambiental mayor. Se estima que para el año 2080, los residuos derivados de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) —principalmente paneles solares y aerogeneradores— podrían superar el millón de toneladas.
Ante este escenario, el Ejecutivo prepara la Hoja de Ruta de Economía Circular 2025-2030, documento que actualmente transita su última etapa de consulta pública. La estrategia busca establecer los lineamientos para regular la sostenibilidad y el reciclaje en la industria, enfocándose en tres ejes centrales:
- Impulsar acciones para superar las actuales barreras regulatorias.
- Fortalecer las capacidades técnicas dentro del sector energético.
- Promover el desarrollo de proyectos que incorporen principios de economía circular.
Barreras regulatorias y Ley REP
Acuña detalló que la transición hacia un modelo circular enfrenta obstáculos normativos. Uno de los puntos críticos es la actual calificación de los paneles solares como residuos peligrosos, normativa que hoy limita significativamente su reutilización.
Asimismo, se identificó la urgencia de estandarizar los componentes para hacer viable el reciclaje y la falta de infraestructura especializada para la valorización de estos materiales.
El marco regulatorio chileno ya contempla instrumentos para abordar estas problemáticas:
- Política Energética Nacional: Exige que, para el año 2050, todos los proyectos energéticos operen bajo principios circulares.
- Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030: Define estándares específicos de circularidad para esta industria.
- Ley REP: La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor incorporará próximamente a los paneles fotovoltaicos y baterías como productos prioritarios, lo que obligará a las empresas a desarrollar tecnología para su reciclaje.
