La reforma de pensiones, aprobada por el Congreso en enero de 2025, contempla un incremento en la cotización previsional con cargo al empleador. Este cambio, que representa la mayor modificación al sistema desde la instauración del modelo de capitalización individual en 1981, será implementado de manera gradual en los próximos años.

¿Cómo se distribuirá la cotización adicional?

El nuevo esquema establece un aumento del 7% en la cotización, que será financiado por el empleador. Con esto, el aporte total al sistema previsional alcanzará el 8,5%, considerando el 1,5% ya destinado al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).

La distribución de este porcentaje será la siguiente:

4% al nuevo Seguro Social, dividido en:
- 1,5% para el Aporte Diferido con Rentabilidad Protegida, destinado a financiar beneficios adicionales según los años cotizados.
- 2,5% para el SIS, de los cuales 1% compensará a las mujeres por su mayor expectativa de vida.
4,5% para capitalización individual, manteniendo un componente de ahorro personal dentro del sistema.

Implementación gradual del aumento de la cotización

La aplicación de esta reforma será progresiva, con un plazo inicial de 9 años para alcanzar el total del incremento. Sin embargo, este período podría extenderse hasta 11 años, dependiendo de la evaluación de recaudación establecida en la Ley de Cumplimiento Tributario.

Fases de implementación

Desde el quinto mes posterior a la publicación en el Diario Oficial, comenzará la primera fase del aumento con un 1% adicional en la cotización:

0,9% destinado a la compensación para las mujeres.
0,1% dirigido a la capitalización individual.

Incrementos en los años siguientes

Segundo año (mes 17): Se sumará otro 1%, elevando el total del incremento a 2%.
Tercer año (mes 29): Se añadirá un 0,75% adicional.

En los primeros tres años, se espera que finalice la gradualidad del Seguro Social, permitiendo que toda la cotización adicional que se implemente posteriormente se destine exclusivamente a las cuentas individuales.

Este ajuste busca fortalecer la seguridad económica de los jubilados, mejorando las tasas de reemplazo y el acceso a beneficios adicionales dentro del sistema previsional.