Rubén Alvarado, Codelco: “No estamos en una situación en que no vayamos a tener aportes al Fisco”

El nuevo presidente ejecutivo de Codelco desde hace dos meses asume el momento difícil de la firma, pero confía en recuperar terreno. Este año, dice, será el más bajo en producción y para 2024 prevé una leve mejoría, hasta 1.340.000 toneladas. “Cuando uno asume una empresa, y además de la importancia y la relevancia que tiene Codelco, la asume con sus activos y sus pasivos”, dice.

Rubén Alvarado (64) ocupa desde hace más de dos meses la oficina que tenía André Sougarret en el mismo edificio donde están los ministerios de Economía y Energía. La casa matriz sigue en una compleja y retrasada remodelación desde 2020 y Alvarado tiene entonces domicilio provisorio. No es el único cambio en las dos décadas que Alvarado -ingeniero civil químico de la Universidad de Chile- estuvo fuera de Codelco, donde llegó a ser gerente general de El Teniente. Ahora dirige una firma más grande, con más divisiones, más compleja. “Es una empresa que también está en un entorno de gestión mucho más desafiante”, resume en su análisis, donde incluye términos como sostenibilidad, medio ambiente o inclusión. En lo inmediato, Codelco atraviesa una coyuntura difícil, con una producción en caída libre y costos crecientes, excedentes a la baja y un endeudamiento al alza. Exgerente general de Alsacia & Express, del Metro y exdirector de mantenimiento de Latam, concursó para reemplazar al renunciado Sougarret, quien dejó el cargo el 31 de agosto. “Estoy en una etapa en que privilegio mucho lo que tenga impacto social”, dice Alvarado.

El nuevo CEO de Codelco no se incomoda con las preguntas por su convivencia con el omnipresente presidente de directorio, Máximo Pacheco. “En los tiempos de hoy, los presidentes ausentes o los que venían una vez al mes, ya no se llevan”, resume. En sus dos meses en Codelco, ha visitado las divisiones y se ha reunido con los equipos gerenciales y los sindicatos. También con el ministro de Hacienda, Mario Marcel, donde están preocupados por las finanzas de Codelco. “Es su rol y tenemos que coordinarnos de manera muy estrecha, por lo tanto, tenemos reuniones de trabajo en esa materia”, afirma sobre Hacienda y la Dipres.

Alvarado ya ha realizado cambios organizacionales para simplificar procesos. Por ejemplo, fusionó las vicepresidencias de operaciones de las zonas norte y centro-sur. También se anunció la salida del vicepresidente de administración y finanzas, justo el día en que Moody’s bajó la clasificación de riesgo de Codelco. “Es una mala coincidencia comunicacional: tenía tomada su decisión de retirarse hace bastante tiempo”, asegura. Esa vicepresidencia será ahora dividida: la de finanzas se concentrará en la conexión con los inversionistas y Hacienda. “En eso tenemos que ser muy proactivos”. Y las funciones de controller quedarán radicadas en una nueva vicepresidencia de Estrategia y Control de Gestión. “Queremos potenciar el control anticipativo que nos permita poner alertas tempranas para asegurar el cumplimiento de la producción”, explica. “Los últimos dos años no hemos cumplido nuestros programas de producción. El año 2022 estuvimos prácticamente un 10% abajo, este año estamos proyectando cerca de un 6% abajo, y creo que una de las palancas fundamentales, que puede parecer obvia, pero a veces no lo es tanto, es asegurar el cumplimiento. Eso significa buscar espacios de mejora, de ahorro, de austeridad y de cómo uno mejora la producción sin someter a riesgos el plan de desarrollo futuro”, justifica.

Rubén Alvarado, Codelco: “No estamos en una situación en que no vayamos a tener aportes al Fisco”
Rubén Alvarado, Codelco: “No estamos en una situación en que no vayamos a tener aportes al Fisco”

¿Codelco está en crisis?

Codelco, más allá de ponerle calificativo, está en un momento desafiante, en un momento donde tenemos que concentrarnos en nuestro foco, en nuestro negocio y estamos ocupados en eso. Muchas veces se habla que la deuda, que la producción, en fin… En esto no existen recetas mágicas. Nos va a tocar atravesar un período complejo, probablemente este año, a nivel de producción, va a ser el año donde vamos a estar más abajo. Ya el próximo apostamos que vamos a tener un mejoramiento y después levantar hasta volver, en el 2030, ojalá antes, al 1.700.000 (de toneladas) en el que preferimos estar.

¿El pronóstico para este año sigue entre 1.310.000 y 1.350.000 toneladas?

Alrededor de 1.315.000, por ahí.

¿Y para el próximo año?

Todavía tenemos que cerrar el proceso presupuestario, pero vamos a andar probablemente cerca de 1.340.000.

¿Cuáles son las responsabilidades de las administraciones anteriores y la actual?

Es fácil hablar con el diario del lunes y no quiero perder mucha energía en esa materia. Cuando uno asume una empresa, y además de la importancia y la relevancia que tiene Codelco, la asume con sus activos y sus pasivos. Y yo tomo lo que está, los proyectos estructurales donde están, que es evidente que han tenido problemas -entre medio, por cierto, que también ha habido cosas exógenas, han pasado temas que son de la industria-, pero hoy estamos concentrados es cómo gestionamos esto. Lo gestionamos de una manera muy cercana a los procesos, muy conectados con el día a día.

¿Cómo mejorar la mala percepción de clasificadoras de riesgo e inversionistas?

Creo que lo fundamental es cumplir los compromisos y tenemos el deber de hacerlo en esta vuelta. Al final del día, en la medida que vamos cumpliendo nuestros presupuestos, nuestras metas productivas, el tema se va apalancando. Si bien es cierto que hubo un descenso en la clasificación de riesgo, estamos claramente en investment grade. En la medida que vamos cumpliendo nuestras promesas, mejora todo el entorno.

De todas maneras, ese grado de inversión se mantiene por el respaldo del Estado…

Puede ser así, pero al mismo tiempo, al final ser una empresa del Estado, que tiene un tremendo propósito y que a nosotros nos llena de orgullo, lleva todas estas cosas. Lleva también que, a lo mejor, la deuda podría haber sido menor en otras circunstancias. Al final es una mezcla de sumas y restas. Ahora, nosotros somos orgullosamente estatales, porque creo que nos da la oportunidad de cumplir un propósito bastante encomiable, que nos llena de orgullo a los que trabajamos en esta empresa.08 Noviembre 2023 Entrevista a Ruben Alvarado, Presidente ejecutivo de Codelco. Foto: Andres Perez

A propósito de eso, José De Gregorio planteó abrir una parte de Codelco a Bolsa. ¿Usted como presidente ejecutivo lo sugeriría?

Yo creo que no es necesario. Eso no quiere decir que no hagamos alianzas de nuevos proyectos con privados. Acabamos de firmar en Nuevo Cobre, una alianza con Río Tinto. Tenemos un historial de trabajo con los privados.

El compromiso de aporte al Fisco para este año es de US$1.400 millones. ¿Lo van a cumplir?

Sí, vamos a cumplir el compromiso de aporte al Fisco.

Este año los excedentes pueden ser los más bajos desde 2019…

Es posible. Al final del día, lo que le importa a nuestro dueño es que le vayamos cumpliendo los aportes y lo vamos a estar cumpliendo.

¿Y está en riesgo que esos aportes no existan? Algunos analistas han planteado que las inversiones de los proyectos estructurales son tales que el flujo de caja se les podría ir en intereses y no haya excedentes. ¿Es un riesgo?

No. Los aportes al Fisco que estamos proyectando para el próximo año no dan cuenta de eso. Evidentemente, en la medida que uno aumenta la deuda es cierto que aumentan los gastos financieros, pero no estamos en una situación en que no vayamos a tener aportes al Fisco y que vayamos a trabajar para pagar intereses. Eso no es lo que proyectamos.

¿Y qué proyección tienen ya para los excedentes del próximo año?

Todavía estamos haciendo la discusión presupuestaria.

La deuda supera los US$ 18 mil millones. ¿Puede Codelco seguir endeudándose? ¿Van a seguir endeudándose?

Yo creo que sí, lo más probable es que va a haber un aumento en el nivel de endeudamiento. Todavía tenemos espacio. Eso forma parte de una estrategia muy consensuada con Hacienda. Obviamente, en la medida que se van apalancando los resultados y de acuerdo a cómo va la marcha de los proyectos, uno esperaría que efectivamente tengamos algunos niveles adicionales de endeudamiento. Pero es parte de la conversación que tenemos con el dueño en esa materia.

Cesco advirtió que Codelco podría caer en insolvencia en 2030. ¿Es una payasada, como planteó Máximo Pacheco?

Yo no quiero entrar en calificativos, pero claramente no corresponde. Las insolvencias están definidas cuando uno no es capaz de cumplir a sus acreedores, hay una serie de características. Codelco no está ni de cerca de estar en esa condición.

¿Le molesta la crítica constante de consultores, especialistas mineros, exejecutivos de Codelco?

Yo creo que Codelco es tan importante para el país que la gente tiene derecho a opinar. No tiene mucho sentido molestarse por ese tipo de opiniones que son respetables. Lo importante es que estamos siguiendo bien de cerca el problema, tratando de entender los detalles y asegurándonos de que efectivamente vamos a ir cumpliendo los resultados que están comprometidos. Y nosotros, como estamos dentro de la empresa, tenemos una asimetría en eso. Estamos conociendo bien lo que pasa y a veces los analistas están afuera, pero es legítimo. Es parte de lo que toca. En ningún caso me paro desde la molestia en eso.

Decía Codelco que el 77% de la baja en la producción era por problemas de continuidad operacional más que de los proyectos estructurales. ¿Dónde están los problemas?

Eso es medianamente verdad. ¿Por qué lo digo así? Porque cuando uno plantea que va a partir con los proyectos estructurales, y estos proyectos, por los motivos que sean se retrasan, lo que termina ocurriendo es que aquellos activos que uno pensaba que iba a reemplazar, no se reemplazan, se empieza a extender la vida útil más allá y empieza la falla. Si uno empieza a ver la causa raíz, sí tienen alguna relación también con los proyectos estructurales. Pero si se hubiese predicho que se iban a retrasar, probablemente se hubiese tomado una decisión distinta en el reemplazo de ciertos activos.

Los planes de inversión se calculan en unos US$4.000 millones por año… Eso está cerca del Ebitda que están generando.

Los proyectos estructurales, que son los que tenemos en el foco principal, son más o menos US$2.300 millones por año. Ahí el que está más cercano es Rajo Inca, después vienen Andesita, Andes Norte, después Diamante, el segundo nivel de Chuquicamata subterráneo y Radomiro Tomic Sulfuro fase 2. Con el foco de esos proyectos -estoy hablando solamente de los estructurales, que son los que uno finalmente no puede abandonar, no puede postergar- son los que nos van a llevar en el 2030 a volver a los niveles de 1.700.000 toneladas.

¿Son rentables esos proyectos estructurales? Pacheco dijo que con el avance hasta ahora era más costoso abandonarlos que seguir…

Eso es así de claro. Cada vez que tenemos un proyecto que se desvía más de un 10%, tenemos que reformularlo. Ahí obviamente vienen las revisiones. ¿Y cuál es un foco? Siempre estamos mirando lo que resta por invertir en relación a los beneficios que se van a obtener cuando ya el proyecto entre en operación, lo que llamamos VAN (Valor Actual Neto) marginal. Si ese VAN marginal es positivo, es más caro abandonarlo.

¿Y el VAN marginal está positivo?

Sí.

¿Abandonar estos proyectos pone en riesgo el futuro de Codelco?

Los proyectos estructurales habilitan la operación de Codelco por 50 años más. Entonces, desde ese punto de vista, son críticos, son importantes. Por eso les llamamos estructurales. En sus 52 años de vida, Codelco ha entregado cerca de US$168.000 millones a las arcas del Fisco de Chile. Entonces, creemos que cuando logremos pararnos en el 2030, volviendo a los 1.700.000 de toneladas al año, vamos a mirar de frente 45 años para adelante y nos va a permitir reafirmar lo que es, a nuestro juicio, el mejor negocio del Estado de Chile.

Las empresas privadas cuando atraviesan dificultades son muchas veces rápidas en ajustarse. ¿A Codelco le cuesta más?

Hoy día los temas sociales, territoriales y el respeto por el rol también de los sindicatos nos hace hacer las cosas de una manera que sean sostenibles. Uno puede eventualmente tomar decisiones que no cumplan con esa condición, pero finalmente termina pagando la cuenta. Estamos ocupados en hacer los cambios que correspondan. Cuando nos toca ajustarnos, lo hacemos. Y lo conversamos con las personas, con los incumbentes, con los representantes de los trabajadores, según corresponda, pero somos respetuosos de la institucionalidad, de los convenios colectivos. Eso es parte de algo que nos caracteriza, no solamente por ser una empresa del Estado, que en sí mismo genera una responsabilidad bien importante.

¿No hay sobredotación en Codelco?

Es algo que uno siempre está revisando. Yo he conversado con nuestros dirigentes sindicales, ellos tienen miradas de cómo uno pudiese mejorar, que eventualmente incluso apuntan en la dirección contraria. Eso es parte de la conversación. Codelco es una empresa bastante grande, que tiene diferentes realidades y probablemente, en ciertas instancias, uno puede tener a lo mejor ciertos ajustes y en otras habrá que ver. Pero es una preocupación constante de nosotros estar monitoreando los espacios de mejora de productividad.

Dijo que, por el momento desafiante, deben concentrarse en su foco y en su negocio. ¿No es eso incongruente con entrar al litio, un negocio que no conocen?

Quiero ser bien claro en eso. Cuando me refiero a concentrarnos, me refiero a los fundamentos de nuestro negocio, a conocer el día a día, cómo está la producción. En el tema del litio, primero tenemos un mandato en esa materia, que es una oportunidad de negocios, y que además distrae muy pocos recursos, o ningún recurso prácticamente, del quehacer de la corporación. El equipo que está dedicado al tema del litio en nuestra empresa serán cinco personas, y que trabajan también con apoyo de terceros. Ahí ha jugado un rol muy importante, por cierto, el presidente y algunos directores. Mi opinión es que no ha distraído foco en el quehacer de la organización.

Tener un equipo tan pequeño ratifica que es un negocio que no conocen…

No, por cierto, pero al final del día lo que buscamos ahí también es generar alianzas, tenemos las pertenencias, uno también puede generar crecimiento orgánico en esa materia, como ha venido ocurriendo, y negociar la operación con empresas que sí tienen la experiencia operativa, como en lo que hemos estado trabajando.

Pagarán US$240 millones por Lithium Power, pero el proyecto en Maricunga puede llegar a US$800 millones. ¿Están buscando un socio ya?

No puedo referirme mucho a los detalles de esa negociación, pero lo que siempre se ha planteado es trabajarlo con un socio. Y la compra de eso tiene que ver con viabilizar los recursos para que efectivamente un solo operador esté en esa materia.

Dada la estrechez financiera de Codelco, lo razonable es buscar un socio que aporte capital y know-how.

Nosotros estamos en ese tipo de negociaciones. Siempre lo que se ha planteado para el desarrollo del negocio del litio es en alianza con terceros.

¿Qué incentivos tiene SQM para poder llegar a un acuerdo con Codelco?

Preferiría no referirme a esa parte, porque están ocurriendo las conversaciones.

¿Confía en que se llegue a un acuerdo de aquí al 31 de diciembre?

Estamos trabajando para que así ocurra y yo creo que debiese ocurrir.

¿Cuál va a ser su rol en esas negociaciones o eso lo lleva Pacheco?

Conversamos bastante a menudo con el presidente y compartimos opiniones.

¿Usted no está negociando en ese proceso?

No, hay equipos que están dedicados a eso. Yo he estado en este tiempo principalmente desplegado en la operación de cobre.

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