La iniciativa de la canadiense Super Copper obtuvo autorización para constituir concesiones de explotación por casi 7 mil hectáreas al noreste de Copiapó, lo que allana el camino para iniciar perforaciones en 2026 y refuerza el posicionamiento regional del cobre.
La Región de Atacama sumó un nuevo hito en su cartera de proyectos mineros luego de que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) aprobara el proyecto Cordillera Cobre, desarrollado por la empresa canadiense Super Copper. La resolución autoriza un conjunto de 26 concesiones mineras que abarcan 6.858 hectáreas, ubicadas al noreste de la ciudad de Copiapó, consolidando un avance decisivo en la materialización del proyecto.
De acuerdo con la información entregada por la compañía, 25 de estas concesiones ya cuentan con título judicial formal, mientras que otras 15 concesiones adicionales han publicado su extracto legal en el Diario Oficial de Minería. Estas últimas se encuentran actualmente en proceso de inscripción ante el Registro Minero de Copiapó, trámite que permitirá completar la constitución legal del proyecto como concesión de explotación, otorgando derechos mineros permanentes.
Desde la empresa destacaron que este paso trasciende la etapa exploratoria y entrega certezas jurídicas de largo plazo. El director ejecutivo de Super Copper, Zachary Dolesky, subrayó que la obtención de concesiones de explotación representa un punto de inflexión para la iniciativa, al habilitar plenamente el desarrollo minero del área. “Contar con derechos mineros completos y permanentes fortalece la posición estratégica de Cordillera Cobre”, indicó el ejecutivo.
En términos operativos, la aprobación por parte de Sernageomin permite a la firma avanzar hacia la definición de su programa de perforación, el cual será presentado una vez concluidos los análisis de los últimos trabajos de exploración superficial. Según lo informado, la empresa proyecta iniciar las perforaciones durante el primer trimestre del próximo año, dando paso a una fase clave para evaluar el potencial económico del yacimiento.
El desarrollo de Cordillera Cobre se inserta en un contexto internacional marcado por un déficit estructural de cobre, impulsado por la transición energética, la electrificación y el crecimiento de nuevas tecnologías. En ese escenario, Atacama busca reforzar su atractivo como destino de inversión minera, combinando potencial geológico con avances regulatorios que entreguen certidumbre a los inversionistas.
La aprobación de este proyecto reafirma el rol del Estado, a través de Sernageomin, en la validación técnica y legal de nuevas iniciativas extractivas, y se suma a una serie de desarrollos que apuntan a dinamizar la actividad minera regional. Con ello, Cordillera Cobre emerge como una apuesta relevante dentro del portafolio cuprífero del norte del país, en una industria que continúa siendo pilar del crecimiento económico nacional.

