En medio de la prohibición de los Emiratos Árabes Unidos sobre el comercio con Sudán, la nación norteafricana busca nuevos mercados para sus exportaciones de oro.
Los lazos comerciales entre Sudán y los Emiratos Árabes Unidos, con un valor de 2.200 millones de dólares el año pasado, se han visto impactados tras la prohibición impuesta. A pesar de las acusaciones de que los Emiratos Árabes Unidos armaron a las Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán, el comercio de oro se mantuvo como un pilar fundamental.
Una reciente decisión de los Emiratos Árabes Unidos ha detenido por completo las exportaciones de oro desde Sudán, lo que ha llevado al país a explorar nuevos socios comerciales, como Omán. Funcionarios sudaneses revelaron que ya han establecido un acuerdo preliminar con Omán para vender sus lingotes de oro.
Ante esta situación, el Ministerio de Minería de Sudán ha buscado rutas alternativas para el envío de oro, con delegaciones visitando Omán y Bahrein en busca de soluciones. A pesar de la falta de comentarios oficiales de los Ministerios involucrados, se destaca la posible instalación en Doha, Qatar, para absorber las exportaciones de oro sudanés.
Por su parte, Egipto ha mostrado interés en cooperar con Sudán en el sector minero, lo que podría abrir nuevas oportunidades de comercio para el país norteafricano. Mientras tanto, el informe del Ministerio de Transporte sudanés sugiere que las importaciones tradicionalmente provenientes de los Emiratos Árabes Unidos podrían ser adquiridas en Qatar y Arabia Saudita.
La lucha por el poder en Sudán, desde el derrocamiento del gobierno civil en 2021 hasta los enfrentamientos actuales con las Fuerzas de Apoyo Rápido, ha generado un escenario de incertidumbre que el país busca superar a través de nuevas alianzas y mercados para sus principales productos de exportación.
La búsqueda de mercados alternativos para el oro sudanés es un paso estratégico en un entorno comercial cambiante que obliga a los actores a diversificar sus relaciones y garantizar la continuidad de sus operaciones. La incertidumbre política y las restricciones comerciales muestran la necesidad de adaptación y flexibilidad en un escenario global cada vez más complejo.