Tesla acordó pagar US$1,5 millones para resolver una demanda presentada por 25 condados de California a principios de esta semana, en la que se acusa al fabricante de vehículos eléctricos de mal manejo de desechos peligrosos en sus instalaciones en todo el estado.
El acuerdo fue aprobado por la jueza Jayne Lee el jueves en el tribunal estatal del condado de San Joaquín, apenas dos días después de que los condados demandaron alegando que Tesla etiquetó incorrectamente desechos, como materiales de pintura, baterías usadas y combustible diésel, en sus instalaciones en todo el estado, y envió materiales peligrosos a vertederos que no pueden aceptarlos.
Tesla no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios el viernes.
La empresa, que no admitió haber cometido ningún delito en el acuerdo, acordó pagar una multa civil de US$1,3 millones y US$200.000 para reembolsar a los condados los costos de la investigación. También acordó tomar medidas para manejar adecuadamente los desechos y contratar a un auditor externo para examinar sus prácticas en materia de desechos durante cinco años.
“Si bien los vehículos eléctricos pueden beneficiar al medio ambiente, la fabricación y el mantenimiento aún generan muchos flujos de desechos dañinos”, dijo la fiscal de distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, en un comunicado.
Los condados dijeron que la compañía había cooperado con la investigación y ya había comenzado a poner en cuarentena y examinar sus desechos.
La demanda alegó que la empresa violó las leyes estatales sobre negocios desleales y gestión de residuos peligrosos en hasta 101 instalaciones, incluida la planta de fabricación de Tesla en Fremont.
La compañía había llegado a un acuerdo en 2019 con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) por supuestas violaciones federales de residuos peligrosos en su planta de Fremont. En ese acuerdo, Tesla acordó tomar medidas para gestionar adecuadamente los residuos en las instalaciones y pagar una multa de US$31.000.
Posteriormente, Tesla llegó a un acuerdo con la EPA en 2022 en el que acordó pagar una multa de US$275.000 después de que la agencia dijo que la compañía no mantenía registros ni implementaba planes para minimizar los contaminantes del aire provenientes de las operaciones de pintura en la planta de Fremont.