En medio de nuevas tensiones globales, Washington endurece su política arancelaria mientras busca reactivar el diálogo con Pekín para evitar un colapso económico.
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Tras semanas de amenazas cruzadas, Estados Unidos ha redoblado su estrategia comercial bajo la administración de Donald Trump, combinando nuevos aranceles del 50% al acero y aluminio con gestos de distensión hacia China. El próximo lunes, ambos países sostendrán un nuevo encuentro clave en Londres para intentar evitar una escalada que podría golpear la economía mundial.
Suben los aranceles: EE.UU. endurece su postura comercial
A partir del miércoles pasado, Estados Unidos duplicó los aranceles del 25% al 50% sobre el acero y el aluminio, una medida que impacta directamente a países como Canadá, México, Brasil, Corea del Sur, Vietnam y China, principales exportadores de estos metales hacia el mercado estadounidense.
Desde la Casa Blanca justificaron la decisión como una forma de “proteger la seguridad nacional y la competitividad de las industrias locales”. Según la orden ejecutiva, el objetivo es frenar el «dumping» de excedentes a bajo precio que —según el asesor Peter Navarro— proviene principalmente de China.
«No podemos tolerar el problema que estamos afrontando», declaró Navarro, apuntando directamente al gigante asiático como el principal responsable del desequilibrio en los mercados.
Tensiones con China: acusaciones cruzadas y un intento de distensión
La relación entre Washington y Pekín vivió una nueva ola de tensión esta semana tras las acusaciones de Trump sobre un supuesto incumplimiento del acuerdo firmado en mayo en Ginebra. China respondió señalando que fue Estados Unidos quien violó el pacto al aplicar nuevas restricciones a chips y visados para estudiantes chinos.
Sin embargo, el tono cambió tras una llamada telefónica de hora y media entre Trump y Xi Jinping, que permitió pactar una nueva reunión entre sus representantes comerciales, prevista para este lunes en Londres.
«La reunión debería ir muy bien», afirmó Trump a través de su red Truth Social, adelantando que su equipo estará encabezado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el de Comercio, Howard Lutnick, y el embajador Jamieson Greer.
Las tierras raras: el eje estratégico del nuevo conflicto
Uno de los puntos más sensibles de la negociación será el control del mercado global de tierras raras, un grupo de minerales esenciales para la fabricación de productos tecnológicos y armamento.
China domina el 70% de la producción mundial y ha impuesto restricciones a su exportación, afectando directamente a Estados Unidos y sus aliados. El gobierno de Trump ha señalado este tema como una prioridad estratégica que se abordará en el encuentro del lunes.
Elon Musk rompe con Trump por los aranceles
La escalada comercial no solo ha generado polémica internacional, sino también rupturas internas en el círculo cercano del expresidente. Elon Musk, uno de los antiguos aliados de Trump, criticó duramente la medida desde su cuenta de X (antes Twitter):
“Los aranceles de Trump provocarán una recesión en la segunda mitad del año”, advirtió el empresario, marcando el quiebre definitivo en su relación con el líder republicano.
Desde la Casa Blanca, Peter Navarro desestimó las críticas asegurando que quienes advirtieron sobre los efectos inflacionarios de los aranceles “estuvieron extremadamente equivocados” en el primer mandato de Trump.
