El Massachusetts Institute of Technology (MIT) publicó un trabajo de investigación que afirma que la IA ya tiene capacidad para reemplazar al 11,7% de la fuerza laboral existente en EE.UU. Y por cierto, es el tipo de investigación que asombra y llama la atención a muchos en un momento en que la fe en la IA no es tan importante —aunque los accionistas busquen alguna certeza de que sus inversiones en IA rendirán beneficios.
El índice Iceberg
El informe resultante de la investigación se conoce como “Índice Iceberg: medición de la exposición centrada en capacidades en la economía de la IA”, pero también tiene un apartado titulado “Proyecto Iceberg”, que está en el sitio web del MIT. En comparación con el trabajo de investigación, la página del proyecto parece más bien un aviso. Casi como advertencia, un titular que pregunta “¿Puede la IA trabajar contigo?” se siente más como promoción que como trabajo, en parte gracias a lo que dice. Por ejemplo:
“La IA está transformando el trabajo. Pasamos años construyendo la inteligencia de la IA, que puede leer, escribir, componer canciones, comprar lo que queremos. Pero ¿qué sucede si interactúan cuando millones de IAs inteligentes funcionan al mismo tiempo? La inteligencia surge, no de los agentes individuales, sino de los protocolos que los coordinan. Proyecto Iceberg explora esta nueva frontera: cómo se coordinan los agentes IA entre ellos y con los humanos a escala”.
El “Índice Iceberg” del título proviene de una simulación de IA que utiliza lo que el trabajo llamó “Grandes Modelos de Población”, aparentemente instalados en procesadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge, con financiación federal, y relacionados con el Departamento de Energía.
Tanto los legisladores como los CEOs parecen ser el público objetivo porque se busca que usen el Proyecto Iceberg para “identificar puntos de exposición, priorizar inversiones en entrenamiento e infraestructura y probar las intervenciones antes de poner miles de millones en la implementación”.
El Gran Modelo de Población afirma que puede hacer el seguimiento digital de 151 millones de obreros humanos “como agentes autónomos” con 32.000 “capacidades” rastreables, junto con otros factores como la geografía.
Copia digital de la fuerza laboral
El director de Programas IA de Oak Ridge le explicó el proyecto a CNBC de esta manera: “Básicamente, estamos creando un mellizo digital del mercado laboral de EE.UU.”
Los investigadores afirman que lo que se halló en general es que la adopción actual de la IA explica el 2,2% del “valor del salario del mercado laboral” pero que sale a la luz que el 11,7% e la fuerza laboral es ostensiblemente reemplazable, basándose en lo que el modelo entiende que hoy puede hacer un humano y que también puede cumplir un widget de software de IA.
Hay que señalar que los humanos que ocupan puestos de trabajo constantemente cumplen tareas que están fuera de sus obligaciones, que manejan situaciones excepcionales y no rutinarias, y que por ahora son los únicos que pueden ocuparse de muchos de los aspectos sociales de un puesto laboral. No se aclara cómo lograría cumplir lo mismo el modelo, aunque sí se señala que los hallazgos son correlacionales y no causales, afirmando que “los factores externos como la inversión, la infraestructura y la regulación, median en la forma en que la capacidad se traduce en impacto”.
Sin embargo, el trabajo afirma que “los creadores de políticas están impacientes por ver la evidencia causal de reemplazo antes de preparar sus respuestas”. Es decir que la IA es algo demasiado urgente como para que las limitaciones de la investigación le pongan freno.