La Unión Europea reemplazaría las importaciones de GNL ruso a partir de 2027, asegurando suministro con nuevas capacidades de EE.UU. y Qatar.
Nueva capacidad exportadora garantizará el suministro
La Unión Europea (UE) ha decidido alejarse completamente del gas natural licuado (GNL) ruso, aprobando sanciones que prohíben estas importaciones a partir de enero de 2027, un año antes de lo previamente proyectado. Esta medida surge como parte de las sanciones contra Rusia debido a la guerra en Ucrania. Sin embargo, y según analistas del sector energético, esta transición será viable gracias al crecimiento de los proyectos exportadores en Estados Unidos y Qatar, que evitarán una crisis de precios en el mercado global.
La estrategia europea se fundamenta en el fuerte desarrollo de infraestructura que está ocurriendo a nivel mundial en el ámbito del GNL. Rabobank estima que la capacidad global de exportación aumentará en 161 millones de toneladas por año (mtpa) hacia 2027, fortalecida por incrementos de más de 50 mtpa en Estados Unidos y de 31 mtpa en Qatar, principalmente por la expansión del proyecto North Field. De igual forma, Canadá y Nigeria se sumarán con capacidad adicional. Este panorama suple el déficit que podría generar la falta de los 21 mtpa que Rusia envía actualmente a Europa, de los cuales 15,5 mtpa corresponden a contratos de largo plazo.
- EE.UU. ya suministra más del 50% del GNL consumido por la UE.
- La participación estadounidense podría elevarse al 70%, según Energy Aspects.
Impacto limitado en precios y reconfiguración de mercados
Del lado de los precios, las proyecciones apuntan a un impacto limitado cuando entre en vigor la prohibición europea. Florence Schmit, estratega de energía de Rabobank, señaló: “2027 es un año clave para la nueva capacidad de exportación de GNL, especialmente de EE.UU. y Qatar. … Hay suficiente llegando al mercado para compensar un déficit ruso, especialmente si el GNL ruso puede fluir a otros mercados como China”. Este análisis coincide con la visión de Anne-Sophie Corbeau, académica del Columbia University Center on Global Energy Policy, quien afirmó que detener las importaciones de GNL ruso en Europa tendrá “un impacto mínimo en los precios del gas”.
Sin embargo, la prohibición también remodelará los flujos comerciales globales. Si bien la UE dejará de recibir cargamentos rusos, estos podrían ser redirigidos hacia Asia, especialmente China. Rusia, por su parte, continuará expandiendo su capacidad exportadora con la adición de casi 20 mtpa provenientes del proyecto Arctic LNG 2, que se sumarán a los 33 mtpa ya existentes. Este cambio refuerza una dinámica en la cual los mercados asiáticos podrían consolidarse como receptores clave del gas ruso, mientras Europa fortalece lazos con proveedores más diversificados.
Ante este escenario, la capacidad de Estados Unidos y Qatar de suplir las necesidades de la UE destaca no solo como un reflejo del rápido desarrollo del sector GNL, sino también como una oportunidad para consolidar la independencia energética europea y fomentar la diversificación de mercados en un contexto geopolítico incierto.




