Las vacaciones progresivas representan un beneficio legal para los trabajadores, permitiéndoles incrementar su período de descanso de forma paulatina. Este derecho constituye un incentivo para aquellos empleados con una trayectoria laboral prolongada y está sujeto a ciertas condiciones estipuladas por la normativa vigente.
Requisitos para acceder a las vacaciones progresivas
De acuerdo con la Dirección del Trabajo (DT), los trabajadores pueden sumar un día adicional a su feriado anual por cada tres años trabajados para el mismo empleador. Sin embargo, este beneficio aplica bajo ciertos parámetros específicos. En primer lugar, es necesario contar con al menos 120 cotizaciones previsionales (equivalente a 10 años de trabajo), las cuales pueden haberse acumulado tanto con el empleador actual como con empleadores anteriores.
El otorgamiento de este beneficio es acumulativo, es decir, una vez adquirido el derecho al día adicional, este se integra de manera permanente al período vacacional del trabajador. Este aspecto es particularmente relevante para quienes priorizan estabilidad laboral y buscan beneficios crecientes en su lugar de trabajo.
Casos en los que se pierde el beneficio
Es fundamental tener en cuenta que los días de feriado progresivo no son transferibles en caso de que el empleado cambie de empleador. Si esto ocurre, el trabajador deberá nuevamente cumplir con los tres años de antigüedad requerida con el nuevo empleador para acceder a días adicionales de descanso. Sin embargo, las cotizaciones acumuladas no se pierden, ya que estas se mantienen de forma permanente y son un requisito relevante en el proceso de calificación del beneficio.
