El Consejo Minero manifestó su inquietud ante la sorpresiva decisión de Donald Trump de imponer un arancel del 50% al cobre importado por Estados Unidos. Su presidente, Joaquín Villarino, advirtió que esta medida no solo carece de fundamentos técnicos claros, sino que también termina beneficiando a China, el principal rival comercial de EE.UU.
Una ventaja directa para China
Villarino señaló que el arancel impulsado por Trump otorga a China una ventaja competitiva “bastante inexplicable”, dado que el país asiático no se verá afectado por esta barrera y podrá seguir comprando cobre sin recargos. Además, destacó que China posee una capacidad de fundición y refinería muy superior, lo que la posiciona como un mercado más atractivo en este nuevo escenario.
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Incertidumbre sobre el tipo de cobre afectado
El dirigente del gremio recalcó que aún falta conocer los detalles específicos del anuncio, especialmente en cuanto a si los aranceles se aplicarán al cobre concentrado, refinado u otras formas del metal rojo. También cuestionó si la medida afectará a todos los países por igual o solo a ciertos mercados.
Incentivo interno con resultados a largo plazo
Aunque reconoció que este tipo de medidas busca incentivar la producción interna de cobre en EE.UU., Villarino recordó que un proyecto minero de gran escala puede tardar entre dos y tres años en concretarse, lo que limita el efecto inmediato del arancel en la capacidad productiva local.
Alta demanda sostiene el optimismo del sector
Pese al impacto potencial del arancel, Villarino aseguró que el sector se mantiene optimista. La razón: la demanda global por cobre crece a un ritmo sostenido, superando la oferta. Según sus estimaciones, la demanda ha aumentado entre un 3% y 3,5% anual, lo que mantendría la presión sobre los precios del cobre en el mediano plazo.
