Deutsche Bank revisó al alza sus proyecciones para el mercado de metales preciosos, anticipando una escalada significativa en los precios del oro, la plata, el platino y el paladio durante los próximos dos años.
El nuevo pronóstico, especialmente el del oro, se basa en una combinación de factores estructurales y coyunturales. Entre ellos, la persistente demanda oficial por parte de bancos centrales, las señales de estabilización en los flujos de inversión a través de ETF y una oferta minera que no logra ajustarse con rapidez al nuevo entorno de precios.
“Estos factores apuntan a una mejora en nuestra previsión para 2026 hasta US$4.450 por onza desde los US$4.000 previos, con un rango anual de entre US$3.950 y US$4.950”, sostiene el informe sobre el oro.
Además, para 2027, plantea una proyección central de US$5.150 por onza, basada en distintos supuestos de demanda oficial por parte de bancos centrales. El informe explica que esa estimación intermedia “equilibra la incertidumbre entre un ritmo habitual de demanda oficial de US$4.850 y el ritmo actualmente elevado de US$5.500, ambos suponiendo que se mantenga el promedio de US$4.450 en 2026”.
El rally del oro
Michael Hsueh, analista de Deutsche Bank, resalta que la dinámica del oro está rompiendo con patrones históricos. “El desempeño frente al dólar iguala un récord establecido el año pasado, y el rango del oro en 2025 es el mayor desde 1980”, asegura.
El banco subraya que esta tendencia continuará respaldada por la política monetaria estadounidense, el deterioro fiscal del gobierno federal y la debilidad estructural del dólar. En cuanto al suministro, aunque la producción minera alcanzó un récord trimestral en el tercer trimestre de 2025, “ese aumento de 72 toneladas fue superado solo por la combinación de mayor demanda oficial y de ETF, sin contar el resto del consumo en joyería, inversión en barras y monedas, y tecnología”.
En cuanto a los riesgos que podrían limitar la trayectoria alcista, el informe identifica posibles retrocesos ante una corrección en los mercados de renta variable, una menor flexibilización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal, o una desaceleración en la compra de reservas por parte de los bancos centrales.
Sin embargo, aclaran que “el punto de apoyo de nuestra previsión es la demanda oficial de 1.053 toneladas al año en 2026”, y que una reversión a los niveles promedio de 2011-2021 reduciría el precio esperado hasta los US$3.850 ese año y US$4.200 en 2027.
La plata se beneficia del nuevo ciclo inversor
La revisión al alza de Deutsche Bank no se limita al oro. La plata también aparece como uno de los metales con mayor potencial de revalorización, impulsada por una dinámica de oferta y demanda más estrecha que en ciclos anteriores. La entidad anticipa un precio promedio de US$55 por onza en 2026, lo que representaría un incremento de más del 40% respecto al nivel previsto para el cierre de 2025.
“Para la plata, el saldo neto después de la demanda de ETF es ahora estimado como el más ajustado registrado cuando se mide como proporción de la oferta”, señala el documento. Este desequilibrio ha comenzado a manifestarse en el comportamiento de los mercados físicos, con tasas de arrendamiento elevadas que reflejan escasez de inventarios disponibles.
El banco sostiene que las entradas de capital a los ETF jugarán un papel crucial en el desempeño del metal. “Nuestra previsión de US$55 por onza para el próximo año depende significativamente del comportamiento de la demanda de ETF, que está más estrechamente vinculada con los precios que otros componentes del balance oferta-demanda de la plata”, dijo Hsueh.
En ese sentido, la expectativa es que las tenencias de ETF superen el récord de 1.021 millones de onzas troy alcanzado en 2021 y cierren 2026 con 1.116 millones. Esta tendencia estaría respaldada por un entorno macroeconómico global relativamente estable, en el que no se proyectan recesiones importantes que pudieran distorsionar la demanda industrial o de inversión en plata.
Perspectivas para el platino y el paladio
En el caso del platino, Deutsche Bank estima que su precio promedio se ubicará en US$1.735 por onza en 2026, con una proyección de US$2.040 para 2027. Estas cifras implican un retorno sostenido al alza luego de varios años de comportamiento lateral.
Según el informe, “el déficit de platino en 2026 será una función de la demanda de autocatalizadores permaneciendo relativamente alta, reteniendo gran parte del incremento de demanda resultante de la sustitución hacia platino, sin haber sufrido todavía una reversión hacia el paladio”.
Además, el banco destaca que la inversión en platino, particularmente a través de barras y monedas, sigue siendo sólida, incluso tras la reforma del IVA en China que eliminó exenciones impositivas a las importaciones.
“La demanda de inversión en platino regresando a 500.000 onzas en 2026 no requeriría necesariamente mucha contribución de los ETF”, añade el reporte. Esto se debe a que la demanda de inversión total incluye tanto ETF como monedas, barras y movimientos en inventarios.
Respecto al paladio, el análisis prevé una mejora en su cotización hasta US$1.565 por onza en 2026 y US$1.840 en 2027. A pesar de fundamentos menos robustos en términos de oferta y demanda, existen elementos que respaldan su valorización. Uno de ellos es la posibilidad de una leve sustitución desde el platino, favorecida por la menor prima relativa del primero.
“El porcentaje de catalizadores en la demanda sigue siendo mucho más alto en el paladio, con 84%, a pesar de la sustitución ocurrida entre 2020 y 2024”, sostuvo el analista.
También se menciona la creciente preferencia de los consumidores por vehículos híbridos frente a eléctricos puros, lo que mantendría la demanda de metales utilizados en autocatalizadores. Además, persiste la incertidumbre sobre las exportaciones rusas de paladio hacia Estados Unidos, en medio de investigaciones por presuntas prácticas de dumping que podrían desembocar en sanciones comerciales.
Con relación al contexto general de los metales blancos, Deutsche Bank concluye que “hay una participación nueva y duradera de los metales blancos con la fortaleza del oro, que puede ser igual o superior a las normas históricas, impulsada por los años anteriores de escasez”.
Según el banco, esta reactivación de la correlación entre el oro y los metales blancos puede sostenerse mientras persista el déficit físico de inventario, evidenciado por tasas de arrendamiento que siguen en máximos desde al menos 2002 para la plata y el platino.
La proyección de precios del banco para 2027 ubica al platino en US$2.040 por onza y al paladio en US$1.840, anticipando que ambos metales mantendrán su papel dentro de la cadena de suministro industrial y de transición energética en un entorno donde la oferta sigue siendo limitada frente a la demanda persistente.
