Accidente en la mina Grasberg Block Cave
Freeport-McMoRan (NYSE: FCX) anunció la suspensión temporal de las operaciones en la mina subterránea Grasberg Block Cave, ubicada en Papúa Central, Indonesia, tras un accidente ocurrido la noche del lunes. Una oleada de material húmedo bloqueó las rutas de acceso y dejó a siete trabajadores atrapados bajo tierra.
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La compañía informó que los mineros se encuentran a salvo y en contacto con los equipos de rescate, quienes avanzan en la remoción de escombros y en la habilitación de rutas de evacuación seguras. “Se confirmó que todo el resto del personal en el sitio está a salvo”, subrayó Freeport en un comunicado.
El ministro de Minería de Indonesia, Bahlil Lahadalia, anunció que viajará a la zona para supervisar la situación y entregar actualizaciones oficiales sobre la seguridad y el reinicio de las operaciones.
Impacto en el mercado bursátil y en el cobre
La suspensión generó un efecto inmediato en los mercados financieros: las acciones de Freeport cayeron un 5,81% el martes, reduciendo su capitalización bursátil a unos US$63.000 millones.
El impacto también se reflejó en el mercado de materias primas. Los futuros de cobre en COMEX retrocedieron un 0,15%, cerrando en US$4,552 por libra, en un contexto ya marcado por la escasez de oferta y la presión de la demanda asociada a la transición energética.
Una mina clave para el cobre y el oro mundial
El complejo minero Grasberg es uno de los activos más estratégicos del sector a nivel global. Su producción anual alcanza alrededor de 1.700 millones de libras de cobre y 1,4 millones de onzas de oro, cifras que lo posicionan entre los mayores yacimientos del planeta.
Freeport controla el 48,76% del proyecto, mientras que la mayoría accionaria pertenece a la empresa estatal indonesia. Para 2025, la filial Freeport Indonesia había proyectado una producción cercana a 3 millones de toneladas métricas de concentrado de cobre, por lo que cualquier interrupción prolongada podría tener repercusiones significativas en el mercado.
Perspectivas y riesgos de continuidad
El accidente no solo implica riesgos operacionales inmediatos, sino que incrementa la incertidumbre en un mercado del cobre altamente sensible a interrupciones de oferta. Analistas advierten que si la suspensión se prolonga más allá de las próximas semanas, la presión alcista sobre el precio del cobre podría intensificarse, considerando el rol de Grasberg en el suministro global.
Por ahora, Freeport asegura que su prioridad es la seguridad de los trabajadores atrapados y que informará oportunamente sobre el reinicio de las operaciones. La atención de los inversionistas y del mercado se centra en la velocidad con que la compañía logre normalizar la actividad en una mina que representa un pilar de la producción mundial de metales estratégicos.
