Un giro en el mayor consumidor mundial
La demanda anual de carbón en China registraría este año su primera caída en ocho años, según estimaciones de la Asociación China de Transporte y Distribución de Carbón (CCTD). El retroceso, impulsado principalmente por una menor utilización del combustible en el sector eléctrico, marca un hito en la trayectoria energética del gigante asiático, aunque el país anticipa que el consumo podría repuntar moderadamente en 2026.
En este contexto, “China ajusta su matriz energética en medio de señales mixtas sobre el futuro del carbón”.
Menor consumo eléctrico y debilidad industrial
De acuerdo con comentarios divulgados por la CCTD, la disminución del uso de carbón en la generación eléctrica ha sido el principal factor detrás del retroceso anual. Ello ocurre pese a que el país continúa incorporando nueva capacidad energética y mantiene abierto el debate sobre su dependencia histórica del carbón.
La asociación también informó que los sectores del acero y la construcción mostraron una baja en su consumo del mineral, reflejando la persistente debilidad en estas industrias, afectadas por sobrecapacidad, estrechez financiera y una demanda interna que no termina de consolidarse. La caída fue parcialmente compensada por una expansión de la actividad en el sector químico, que continúa elevando sus necesidades de carbón como materia prima para distintos procesos industriales.
Presión económica dentro del sector
En su análisis, la CCTD advirtió que más de la mitad de las empresas del sector —53,9%— operan actualmente con pérdidas, en un escenario marcado por un descenso de 16,8% en los precios en boca de mina. El organismo enfatizó que la industria enfrenta “un largo camino en la lucha contra la involución”, aludiendo a la campaña estatal destinada a corregir la sobreproducción que ha deprimido los márgenes y debilitado la estabilidad del mercado.
La perspectiva para 2026 indica un consumo más estable por parte del sector energético, mientras que las industrias siderúrgica y de la construcción continuarían reduciendo su demanda. En contraste, el sector químico seguiría mostrando un ritmo de crecimiento acelerado, consolidándose como uno de los principales motores del consumo interno de carbón.
Importaciones y oferta doméstica
La CCTD proyectó que las importaciones de carbón cerrarán el año en torno a 480 millones de toneladas, lo que supone una baja de 11% respecto de 2024. Esta contracción responde a una menor necesidad de abastecimiento externo en un escenario donde la oferta doméstica sigue expandiéndose y los inventarios permanecen elevados.
El organismo sostuvo que las condiciones macroeconómicas han mostrado un progreso moderado, acompañado de una recuperación en la demanda de electricidad y un aumento de la producción en nuevos proyectos químicos, factores que influyen en la visión de un mercado más equilibrado para 2026.
Con ello, China reafirma su compleja transición energética: mientras avanza en compromisos de descarbonización, persiste una expansión sectorial que mantiene al carbón como un componente clave de su matriz, aunque con señales de ajuste que podrían redefinir su rol en los próximos años.

