Tras alcanzar un máximo histórico el 9 de octubre, el precio del cobre ha enfrentado una inesperada declinación, mostrando signos de corrección.
Impacto de la caída semanal más pronunciada
La semana pasada, el cobre tocó los US$ 4,929 por libra, un pico sin precedentes que desató optimismo en el mercado sobre alcanzar la barrera de los US$ 5. Sin embargo, esta escalada se ha visto bruscamente frenada con una caída acumulada del 3.1%. A pesar de una leve recuperación del 0.31% el viernes en la Bolsa de Metales de Londres, el balance semanal cerró con un retroceso del 1.93%, marcando la mayor caída semanal desde agosto. Este giro en los precios pone en duda si estamos ante una corrección pasajera o el inicio de una tendencia bajista más sostenida.
La explicación para esta volatilidad podría encontrarse en diversos factores. Los expertos señalan una toma de utilidades por parte de los inversionistas como una respuesta natural tras semanas de ganancias continuas. Esta acción se ve influenciada por persistentes problemas de suministro, como los sucedidos en Grasberg, uno de los yacimientos más grandes del mundo, y complicaciones en El Teniente, Chile, tras un accidente a finales de julio. Esta conjunción de factores ha introducido una notable incertidumbre en el mercado, reflejando la compleja dinámica de oferta y demanda que sigue caracterizando al sector minero global.
Reacciones del mercado y proyecciones a futuro
Después de un pico sin precedentes, el mercado del cobre está mostrando signos de una “consolidación natural”, según Gonzalo Muñoz, analista de la plataforma global de inversiones XTB Latam. Esta reacción viene luego de un rally sostenido por las señales de oferta ajustada de los principales productores y una previsión de déficit hacia el 2026 por parte del International Copper Study Group. En el corto plazo, los expertos están especialmente atentos a los niveles técnicos próximos a los US$4.90, que pueden servir como un soporte crucial para futuras operaciones en el mercado.
A pesar de la reciente baja, el cobre continua acumulando uno de los mejores desempeños dentro de las materias primas en el año, impulsado por su papel crucial en la transición energética y el desarrollo de las tecnologías verdes y la electromovilidad. No obstante, factores como las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y una política monetaria más restrictiva están afectando la proyección del cobre, reduciendo los flujos especulativos hacia los commodities. Estas dinámicas redefinirán probablemente la trayectoria del cobre en los mercados globales en los próximos meses.