Cobre lidera la transición energética global: Mercado proyectado a US$330 mil millones

El cobre se posiciona como el mineral clave para la transición energética y tecnológica, consolidando un mercado millonario en expansión.

Cifras solidifican el liderazgo del cobre

A pesar del creciente protagonismo del litio en el ámbito mediático, el cobre permanece como el insumo fundamental en la transición energética global. Según estimaciones de instituciones especializadas, el mercado del cobre alcanzó un valor de US$260 mil millones, mientras que el del litio se situó en US$30 mil millones en el último período analizado. Estas cifras refuerzan la posición económica y estratégica del cobre como insumo indispensable en sectores clave.

Proyecciones para 2030 destacan que el mercado del cobre crecería hasta los US$330 mil millones, dejando al litio con un tamaño estimado de US$75 mil millones. Aunque el litio experimenta una tasa de crecimiento más acelerada, de entre 13% y 18% anuales frente al 4% a 7% del cobre, la diferencia en valor total continuará siendo notable. La Agencia Internacional de Energía (AIE) augura que hacia 2035 el mercado mundial del cobre podría duplicarse, gracias a su elevada demanda en sectores cruciales como electromovilidad, infraestructura eléctrica y energías renovables.

La base sólida del cobre

El liderazgo del cobre en los mercados internacionales está respaldado por sus propiedades físicas, geológicas y económicas. Su alta conductividad eléctrica lo convierte en un material esencial para la generación y transmisión de energía, mientras que la abundancia de sus fuentes geológicas ofrece una estabilidad de oferta que pocas materias primas pueden igualar. Asimismo, la industria del cobre, con décadas de experiencia y eficiencia, contribuye a mantener precios competitivos y previsibles en el mercado global.

Estos elementos refuerzan su capacidad para dominar los acuerdos estratégicos de la minería global. Los joint ventures enfocados en la explotación del cobre superan en volumen y relevancia a aquellas operaciones centradas en litio, consolidando su papel como columna vertebral de las alianzas mineras internacionales.

Perspectivas de largo plazo

Los análisis apuntan a que la demanda de cobre continuará creciendo sostenidamente en el futuro, cimentada por su rol en la electrificación del transporte, la ampliación de redes eléctricas y los procesos de digitalización global. En contraposición, aunque el litio seguirá desempeñándose como un componente relevante, especialmente en la fabricación de baterías, su mercado permanecería más reducido en comparación con el cobre.

En este contexto, el cobre se perfila como un recurso estructural en la minería global, gracias a su rentabilidad, estabilidad y capacidad de apoyar la transición energética. Este rol preponderante lo posiciona como un elemento central en el desarrollo económico y tecnológico de las próximas décadas.

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