Directorio de NovaAndino Litio quedó instalado el 29 de diciembre de 2025 con una señal que, en minería, suele anticipar el carácter de la empresa: paridad absoluta. La sociedad conjunta de Codelco y SQM partió con seis directores (tres por cada socio) y un diseño de mando que busca blindar la gobernanza desde el primer día: Máximo Pacheco como presidente y Ricardo Ramos como vicepresidente, según el anuncio del Ministerio de Economía y el comunicado corporativo de Codelco. En una industria donde el riesgo reputacional puede costar tanto como un sobrecosto de CAPEX, esta arquitectura importa: el directorio será la bisagra entre el mandato público (licencia social, estándares ambientales y captura de valor país) y la exigencia privada (eficiencia, disciplina de capital y continuidad operacional). La misma sesión definió además la primera estructura ejecutiva —separada del directorio—, un recordatorio útil para ordenar el debate: aquí se está jugando, antes que nada, la credibilidad del gobierno corporativo de un negocio estratégico en el Salar de Atacama.
Los 6 nombres y el reparto de poder que dejó “cero espacio” a interpretaciones

La nómina oficial del directorio quedó integrada por Máximo Pacheco, Josefina Montenegro y Alfredo Moreno por Codelco; y por Ricardo Ramos, Hernán Uribe y Manuel Ovalle por SQM. La lista fue ratificada en la formalización informada por Codelco y en la nota institucional del Ministerio de Economía. Lo relevante no es solo “quiénes”, sino “cómo se equilibran”: del lado estatal, dos exministros y una abogada con perfil de regulación y compliance; del lado privado, el máximo ejecutivo de SQM más dos directores con fuerte ADN financiero y de gestión corporativa. En términos prácticos, se trata de una mesa diseñada para tomar decisiones bajo tensión: ciclos de precios, exigencias de sostenibilidad, presión por resultados y, sobre todo, el escrutinio que acompaña a cualquier acuerdo que toca el Salar de Atacama. En esa ecuación, la paridad funciona como seguro y como riesgo: obliga a negociar, pero también puede trabar decisiones si no existe una cultura interna de acuerdos rápidos y documentados.
Trayectorias: de la política pública al control financiero, con un hilo común de gobernanza
En el bloque Codelco, Pacheco aporta conducción estratégica y experiencia en el Estado y en la industria; su trayectoria está resumida en su perfil oficial en Codelco. Josefina Montenegro llega desde un mundo donde los errores cuestan caro: fue superintendenta del sistema de insolvencia y ha combinado sector público con directorios y estándares de cumplimiento, como detalla su reseña corporativa. Alfredo Moreno, por su parte, suma experiencia ministerial y redes público-privadas; Codelco lo describe con formación en ingeniería y MBA, más un historial de liderazgo gremial y en fundaciones, en el anuncio de su incorporación al directorio de la estatal publicado por Codelco. En el bloque SQM, Ricardo Ramos representa continuidad y control: ha hecho carrera dentro de la compañía y su ascenso a la gerencia general fue reportado como un movimiento para mantener el rumbo estratégico, según Diario Financiero. Hernán Uribe aporta finanzas y gobierno de empresas, con trayectoria pública en Ripley y banca ligada al retail, acreditada en su CV corporativo. Manuel Ovalle, finalmente, llega con perfil de director independiente y experiencia regional, con ficha detallada en el directorio de Mallplaza.
Cómo este directorio puede llevar a NovaAndino Litio al éxito: tres ventajas competitivas “no obvias”
La primera ventaja es la capacidad de navegar regulación y licencia social sin improvisación. Con Montenegro (compliance) y Pacheco/Moreno (interfaz Estado-industria), la mesa tiene herramientas para responder a fiscalización, estándares y conversación pública con un lenguaje que no sea solo técnico, sino institucional. Eso es crucial porque la empresa se presenta como uno de los pilares de la estrategia país, y esa dimensión queda explicitada en el comunicado del Ministerio de Economía. La segunda ventaja es el control financiero y disciplina de capital: Ramos y Uribe vienen de culturas corporativas donde el performance se mide con números y gobernanza de comités, lo que puede traducirse en presupuestos más realistas, gestión de riesgos y una ejecución menos “política” y más trazable. La tercera ventaja es la capacidad de alinear cadena comercial y operación. Aunque el directorio no gestiona el día a día, sí define estrategia, inversiones y estándares; con SQM y Codelco sentados a la misma mesa, se reducen fricciones típicas entre dueño, operador y contraparte. Pero el éxito dependerá de una sola condición: convertir la paridad en velocidad, evitando empates que retrasen decisiones críticas (tecnología, sostenibilidad, expansión y permisos).
Implicancias y próximos hitos: dónde se probará si la paridad es fortaleza o ancla
El principal riesgo de NovaAndino Litio no es geológico, sino de gobernanza: seis directores con paridad pueden ser una autopista hacia acuerdos de estándar mundial o un freno permanente si no hay reglas claras de desempate, comités robustos y métricas comunes. La prueba será inmediata: definir prioridades de inversión, estándares ambientales y un sistema de control que soporte auditorías y escrutinio público sin perder competitividad. La segunda prueba será reputacional: en un activo sensible como el Salar de Atacama, cada decisión —desde tecnología hasta relacionamiento— se lee como señal política, y por eso el directorio deberá anticipar crisis, no solo administrarlas. En el calendario, el “próximo hito” será ver cómo se estructura el trabajo del directorio (comités, políticas de transparencia, reporting) y cómo se traduce en una hoja de ruta concreta para producción y sostenibilidad bajo el paraguas de la sociedad conjunta descrita por Codelco en la materialización de la empresa. Si la mesa logra instalar una cultura de decisiones rápidas y documentadas, NovaAndino Litio puede transformarse en el caso de referencia del modelo público-privado chileno; si no, la paridad será un ruido permanente que el mercado, las comunidades y el Estado cobrarán con costo financiero y reputacional.
