El agua se considera ahora un recurso vital y escaso en el sector energético mundial

El mundo presta cada vez más atención a la cuestión del déficit de agua. Para un gran número de países, esto amenaza el desarrollo económico y social. De aquí a 2030, más de un tercio de la población mundial tendrá cuencas hidrográficas con una importante disminución de agua, especialmente los países y regiones con un alto crecimiento económico.

Esta situación se ha hecho particularmente palpable con la importante sequía que atraviesa Europa, lo cual también ha puesto en evidencia el vínculo entre la producción de energía y el agua, un recurso de vital importancia, que hay que valorar mucho más en el futuro.

La escasez global de agua es un problema real y urgente, el déficit de agua se convertirá incluso en un tema más importante que el cambio climático, ya que supone un peligro mayor que el calentamiento global, al ser una relación de tipo causa-efecto.

Según Stefano Venier, director general de Snam, el principal operador europeo de transporte y almacenamiento de gas natural, con una infraestructura que permite la transición energética, «Durante mucho tiempo se ha considerado que el agua era gratuita, que estaba disponible en cualquier cantidad»

«Ahora, estamos descubriendo que con el cambio climático el agua puede llegar a escasear», añadió Venier, que hablaba a finales de la semana pasada. Es primordial que recuperemos la percepción de la importancia, y el valor que tiene el agua, también, con respecto a la producción de energía.

Los comentarios de Stefano Venier, se producen en un momento en el que la interconexión entre el agua y la seguridad energética se ha puesto de manifiesto tras un periodo de altas temperaturas y una importante sequía en Europa.

Ampliando su punto de vista, Venier señaló cómo «hemos descubierto que sin agua, suficiente agua, no podemos producir la energía que necesitamos, o no podemos enviar los combustibles para llenar las centrales eléctricas».

El descenso de los niveles de agua de algunos de los principales ríos europeos en los últimos meses ha suscitado la preocupación de cómo afectará esto al suministro de fuentes de energía como el carbón, un combustible fósil.

A principios de agosto, por ejemplo, Uniper, a través de la plataforma de transparencia de la Bolsa Europea de la Energía, dijo que «podría haber un funcionamiento irregular» en dos de sus plantas de carbón duro, Datteln 4 y Staudinger 5. Esto se debió, según informó, «a una limitación de los volúmenes de carbón in situ causada por el bajo nivel de agua del río Rin».

El vínculo agua-energía

Las observaciones de Venier se refieren a debates más amplios en torno al nexo agua-energía, frase que hace referencia a los estrechos vínculos entre el agua y la energía.

Dado que las principales economías del mundo están elaborando planes para abandonar los combustibles fósiles en favor de las energías renovables, es probable que veamos más debates sobre este tema, en particular sobre la relación entre la energía, el agua y el clima.

Como dice la Agencia Internacional de la Energía «el suministro de energía depende del agua. El suministro de agua depende de la energía». La interdependencia del agua y la energía se intensificará en los próximos años, con importantes implicaciones para la seguridad energética y del agua.

Cada recurso, agua-energía, se enfrenta a demandas y limitaciones crecientes en muchas regiones debido al crecimiento económico y demográfico y al cambio climático.

Esta conexión se ha puesto de manifiesto en los últimos meses, especialmente en Europa.

La Comisión Europea desarrolla cada vez más proyectos, y su principal objetivo es identificar soluciones prácticas al problema del déficit hídrico y al fenómeno de la sequía en Europa.

A principios de este verano, por ejemplo, una central nuclear suiza redujo su producción para evitar que el río que la enfría alcanzara niveles de temperatura peligrosos para la vida marina.

En aquel momento, la unidad internacional de la Swiss Broadcasting Corporation, citando a la emisora pública del país, SRF, dijo que la central nuclear de Beznau había «reducido temporalmente sus operaciones» para evitar que la temperatura del río Aare subiera «a niveles peligrosos para los peces». Estas restricciones se han levantado desde entonces.

Por otra parte, los ministros del gobierno de Noruega, que depende en gran medida de la energía hidroeléctrica a nivel nacional, han hablado de restringir las exportaciones debido al descenso de los niveles de los embalses, según Reuters.

Todo lo anterior tiene lugar en un momento en que muchas de las principales economías europeas intentan encontrar nuevas fuentes de energía tras la invasión de Rusia en Ucrania.

Sobre la seguridad energética europea, y sobre si Italia, y Europa en general, aprovechará los recursos de gas de otras partes del mundo, Venier de Snam respondió que es la dirección que ha marcado el Gobierno italiano y la UE a través de REPowerEU y lo que están aplicando en su compañía. Afirmó que esto abriría, por supuesto, nuevos mercados como África Occidental u otras partes del mundo que pueden suministrar el gas.

 

Fuente: Worldenergytrade

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