Engie Energía Chile S.A. impulsa un proyecto de US$59 millones para convertir centrales a gas natural y reducir emisiones.
Detalles del proyecto de conversión
Engie Energía Chile S.A. ha presentado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) un ambicioso proyecto que busca transformar la Central Térmica Andino, ubicada en el Complejo Termoeléctrico Mejillones en la Región de Antofagasta. La iniciativa, denominada “Conversión a gas natural y mejoras operacionales al Proyecto Central Térmica Andino”, contempla una inversión de US$59 millones y se encuentra actualmente en fase de calificación ambiental. El plan apunta a modificar las actuales unidades Central Térmica Andino (CTA) y Central Térmica Hornitos (CTH), que en la actualidad operan con carbón como principal combustible.
Uno de los ejes principales del proyecto consiste en adaptar las unidades para que puedan operar utilizando gas natural, empleando petróleo diésel únicamente como respaldo. Según el informe ingresado, esta conversión permitirá una significativa reducción de emisiones contaminantes asociadas a la generación eléctrica a carbón. Asimismo, se incorporará una turbina a gas natural con una capacidad de 60 MW, equipada con tecnología que minimiza la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) mediante inyección de agua, además de un sistema de caldera de recuperación de calor para optimizar la eficiencia energética de las instalaciones.
Compromiso con la descarbonización
El proyecto de conversión se alinea directamente con el Plan de Descarbonización impulsado a nivel nacional y por Engie Energía Chile S.A. La introducción del gas natural como combustible de transición valida este esfuerzo hacia una matriz energética sustentada en energías renovables. Dentro de su enfoque ambiental, el proyecto también prevé mejoras en los sistemas de control de emisiones mediante recirculación de gases (GRS) y reducción catalítica selectiva (SCR), lo que permitirá una significativa disminución de contaminantes como NOx, dióxido de azufre (SO2) y material particulado.
Además de su impacto positivo en el medio ambiente, el proyecto busca modernizar y reducir la huella ambiental del parque termoeléctrico de Mejillones. En palabras del informe ingresado, la iniciativa representa un paso hacia la consolidación del proceso de transición energética y la descarbonización de la matriz eléctrica chilena, adelantando el compromiso del sector energético con el desarrollo sustentable del país.
