Aún en invierno, las altas temperaturas son parte de la jornada cotidiana de Alejandro Guajardo. “Estamos expuestos al calor todos los días, con un traje que nos hace transpirar mucho, pero que es el que nos protege”, cuenta el operador de la Fundición Caletones, de la División El Teniente.
¿De qué se trata tu trabajo?
Trabajo en la Rueda Twin —sistema de moldeo de dos ruedas de 16 moldes cada una que permite generar ánodos en un proceso automatizado—, entonces vemos cómo el cobre va saliendo terminado para luego ser cargado en los camiones.
Nosotros debemos limpiar el cobre —que viene fundido, en estado líquido, a más de mil grados Celsius— con una herramienta que llamamos paleta y nuestro traje. Es como sacarle la nata a la leche.
Se trabaja duro acá y debemos tener cuidado para llegar bien todos los días a la casa, pero es emocionante estar aquí, porque vemos el producto final del proceso del cobre. Es bonito.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
El compañerismo que tenemos. La buena relación que hay entre todos.
¿Y eso cómo lo ves reflejado en el día a día?
Porque uno comparte con los compañeros, llega acá y se siente bien. En otros lados a veces el clima puede estar medio tenso, pero acá no, hay una buena relación con todo el grupo de trabajo, así que estoy feliz acá.
¿Cómo llegaste a El Teniente?
En la División estoy hace 20 años más o menos. Primero estuve como contratista, trabajé en interior mina y en la Fundición, cuando hacíamos los lingotes. Después postulé varias veces, estuve harto tiempo en eso, fui como tres veces a Santiago a dar las pruebas hasta que un día se dio, me llamaron, pasé las evaluaciones y firmé el contrato. Llegar acá fue diferente, porque me pude proyectar.
¿Qué sientes que le ha entregado la División a tu vida estos 20 años?
En lo que respecta al trabajo, mucha seguridad. Todos los días nos recalcan que nos cuidemos, que cuidemos a los compañeros, que debemos seguir los procedimientos. También me ha entregado buenas personas, buenos compañeros de trabajo, buenos amigos y una estabilidad.
Estoy contento de estar acá, es una bonita experiencia en mi vida, porque he conseguido muchas cosas, como darle estudios a mis hijos y estabilidad económica, que no es fácil.
¿Qué significa para ti trabajar en una empresa como Codelco, que entrega sus excedentes a todos los chilenos y chilenas?
Siento orgullo de estar en esta empresa, de saber que lo que hacemos va en favor de todos los chilenos y chilenas, que muchas personas se benefician y que aportamos con un granito de arena que va a varias partes del país. Eso me motiva a estar acá.