Un innovador proyecto académico busca recuperar metales estratégicos como el cobalto y níquel desde los relaves mineros en Chile.
Una iniciativa que combina biotecnología y sostenibilidad
Durante un período de dos años, la doctora Javiera Toledo, académica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), liderará el desarrollo del proyecto “BioElectroTor” para la recuperación de cobalto y níquel desde relaves mineros, con un enfoque que promueve la circularidad y sostenibilidad en la minería. Esta investigación se lleva a cabo en el Laboratorio de Medioambiente del Campus Viña del Mar de la UAI y en la escuela Mina Planta Chancón, ubicada en la Región de O’Higgins.
El proyecto, financiado a través de un Fondef IDeA I+D (ID25I10411) de la ANID, reúne a un equipo de destacados investigadores, incluidos los doctores Miguel Herrera y Héctor Zúñiga, de la misma casa de estudios, y el doctor Jimmy Martínez, de la Universidad de La Frontera. Además, cuenta con el respaldo de las empresas Key Process y Antofagasta Minerals, lo que permitirá trabajar con muestras de relaves mineros reales, abriendo la posibilidad de validar la metodología en una escala piloto.
El cobalto y el níquel son minerales estratégicos en el contexto de la transición energética, ya que son componentes fundamentales en baterías de ion-litio utilizadas en vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía y dispositivos electrónicos. “El proyecto BioelectroTor busca desarrollar un proceso de biolixiviación electroasistida sin oxígeno, mediante un sistema bioelectroquímico combinado con un biorreactor de tornillo rotatorio, estimulando el crecimiento bacteriano que facilita la solubilización de los metales de interés”, explicó Toledo. Este enfoque podría reemplazar el uso de oxígeno por electrodos polarizados, potenciando la extracción efectiva de cobalto y níquel de minerales presentes en relaves.
Impacto en los depósitos de relaves chilenos
Chile, que cuenta con más de 700 depósitos de relaves – de los cuales 480 están inactivos y acumulan 2.263 millones de toneladas (Mt) -, podría transformarse en un líder en la recuperación de metales desde estos desechos. Según datos del Sernageomin, los relaves inactivos en las regiones de O’Higgins y Antofagasta tendrían el potencial de recuperar aproximadamente 17,3 kilotoneladas de cobalto y 54,6 kilotoneladas de níquel, respectivamente. Estudios preliminares indican que es posible encontrar hasta 400 gramos de cobalto y 130 gramos de níquel por tonelada de relave.
La académica destacó que, además de prolongar la vida útil de los relaves, estas soluciones contribuyen a mitigar la contaminación ambiental que estos generan. Se estima que la producción anual de relaves en Chile, actualmente en 500 Mt, aumente a 900 Mt por año hacia 2026, lo que resalta la necesidad de implementar técnicas innovadoras como las exploradas en el proyecto BioElectroTor.
Toledo también subrayó que el cobalto ha sido declarado como una Materia Prima Crítica por la Unión Europea debido a su importancia para la industria tecnológica y energética, mientras que el níquel, tradicionalmente utilizado en la industria del acero inoxidable, ha visto crecer su demanda en la fabricación de baterías. “Se espera que la demanda mundial de ambos metales se duplique para 2040, lo que convierte su recuperación desde relaves en una oportunidad tecnológica y económica para posicionar a nuestro país como un referente en el mercado”, señaló.

