Vaca Muerta, un yacimiento petrolífero en la cuenca Neuquina en la Patagonia argentina, está transformando la industria del petróleo y del gas y juega un rol importante en la recuperación económica de Argentina.
Según Union de Banques Suisses (UBS), el aumento en la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta es motor evidente en los indicadores macroeconómicos de Argentina.
Vaca Muerta registraba en 2022 un déficit de 5.000 millones de dólares. En abril de 2025 el balance registró un superávit de 6.000 millones de dólares. El incremento se debe entre otros a la implementación de la «ley ómnibus” por parte del gobierno de Javier Milei.
Reducir costos y buscar contratos
«Los costos de desarrollo y operaciones por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que administra las operaciones en Vaca Muerta, se han reducido considerablemente gracias al plan que desregula los precios de la energía, mejorando la rentabilidad del petróleo y el gas, atrayendo más inversiones, ofreciendo mayor certeza e incentivando nuevos proyectos” explica a DW Julio Goldstein, asesor económico de Javier Milei.
La «ley ómnibus” y el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) han ayudado a transformar Vaca Muerta. Mientras que en 2023 el costo de producción de un barril de petróleo costaba 40 dólares, ahora cuesta entre 25 y 30 dólares. Esta reducción se debe a la desregulación, mejoras tecnológicas como la perforación horizontal y economías de escala.
«El RIGI ha atraído inversiones por USD 22.000 millones para el proyecto Argentina LNG (en el que participan, el PAE, Vista Energy, Pampa Energia, Chevron, Shell, Pluspetrol y la misma YPF), incluyendo gasoductos y buques de licuefacción, la desregulación ha elevado los márgenes de ganancia en gas y petróleo hasta en un 15 a 20% en algunos proyectos, incentivando a gigantes como la italiana Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), la empresa anglo-neerlandesa Shell y la empresa Argentina Pan American Energy a involucrarse en el proyecto”, dice Goldstein.
En su reciente viaje a Europa, el presidente argentino, Javier Milei, firmó en Italia un contrato de suministro de gas, con la petrolera ENI, un paso estratégico para monetizar el gas de Vaca Muerta, una de las mayores reservas no convencionales del mundo.
Con la caída del suministro de gas ruso no solo Italia está interesada en el gas argentino. También se buscan compradores en Alemania y Francia e incluso en India.
El objetivo de este acuerdo es generar exportaciones por valor de 15.000 millones de dólares anuales hasta 2030, duplicando la producción actual de gas del país. Para ello, se espera contar con 6 buques de licuefacción. El gas extraído, antes de ser exportado por barco hay que licuarlo. Es un complejo proceso industrial en el que hay que enfriarlo a -160°C y guardarlo a alta presión, reduciéndose su volumen hasta 600 veces. El plan contempla que se vaya incorporando una de estas centrales flotantes de licuefacción cada 6 a 12 meses.
Este proyecto es estratégico para el país que espera posicionarse como el quinto exportador mundial de gas natural licuado. En el contexto mundial actual, el GNL es una fuente vital de suministro energético confiable. Se estima que la demanda de gas natural licuado representa más de un tercio del comercio mundial y se prevé que se duplique para 2050.
Vaca Muerta una carrera con obstáculos
El 2 de julio del 2025 hubo un fallo en Nueva York contra YPF, en el que se ordenó a Argentina entregar el 51% de las acciones de YPF a Burford Capital y otros demandantes por la expropiación de parte de YPF en 2012 (lea aquí Argentina anuncia la “recuperación de la soberanía” sobre YPF).
Este fallo en contra de YPF podría afectar tanto al estado argentino como a Vaca Muerta, donde se invierten 3 mil millones de dólares en exploración y tecnología al año. La sentencia le supondría a Argentina el desembolso de 16.099 millones de dólares. El gobierno argentino está apelando ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York, argumentando que la expropiación fue un acto soberano respaldado por una ley del Congreso en 2012 y que el monto es desproporcionado. La apelación podría demorar meses o años.
Pagar USD 16.099 millones forzaría al gobierno a negociar un acuerdo con Burford, posiblemente con bonos o activos. En Vaca Muerta, el impacto sería directo: la incertidumbre podría frenar proyectos, aumentar los costos de financiamiento y retrasar el desarrollo de infraestructura como gasoductos y buques de GNL.
Aun así, poco después de darse a conocer el fallo, YPF anunció el financiamiento por 2.000 millones de dólares para la construcción de infraestructura vital. Según Julio Goldestein, asesor de Milei, y Alejandro Nimo, consejero de la Embajada de Argentina ante el Reino de España, el gobierno y empresas privadas trabajan conjuntamente para construir una línea ferroviaria en Vaca Muerta para hacer aún más eficiente la exportación de hidrocarburos que salen de Argentina.
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