Durante más de cinco décadas, la vibración industrial ha marcado el camino de una empresa que nació en Catalunya con una idea muy concreta: automatizar procesos complejos con una precisión que solo se logra cuando la tecnología y la pericia técnica y el trabajo artesanal avanzan juntos. Ese ha sido siempre el espíritu de RNA Vibrant, una compañía que hoy es referente en la fabricación de sistemas de alimentación de piezas y que ha ayudado a la automatización a sectores tan exigentes como el automovilístico o el alimentario. Su historia es la de un legado técnico, pero también humano, construido a partir de la experiencia acumulada en más de 20.000 soluciones fabricadas.
Experiencia acumulada en más de 20.000 soluciones fabricadas
Su origen es profundamente local, aunque su mirada siempre ha sido internacional. Con más de 53 años de trayectoria, Vibrant se integró en el grupo alemán Rhein Nadel Automation (RNA), con sede en Aquisgrán. Esta alianza no solo reforzó su capacidad tecnológica, sino que consolidó su liderazgo en Europa, especialmente en sectores como el farmacéutico y en el desarrollo de cubas mecanizadas. Con el tiempo, la empresa catalana pasó a convertirse en la decana del sector en España, impulsando proyectos que combinan un conocimiento del problema de las empresas con la precisión, fiabilidad y una comprensión profunda del comportamiento de cada pieza dentro de un Sistema de Alimentación Vibratorio.
Desde sus inicios, RNA Vibrant entendió que cada componente tiene una geometría y un centro de gravedad que determinan cómo se moverá bajo vibración. Ningún sistema es igual a otro. Cada proyecto es un prototipo. Por eso, el conocimiento acumulado es uno de sus activos más valiosos. Martirià Boix, director general para España y Portugal, lo resume con claridad: “Nuestras máquinas son pequeñas, pero forman parte necesaria de procesos industriales y/o máquinas que ayudan a automatizar. Si fallan, se detiene toda la línea. Por eso no podemos permitirnos errores”. Esa cultura de rigor ha sido determinante para posicionar la compañía como un socio estratégico para fabricantes de maquinaria que exportan a todo el mundo.
Soluciones innovadoras para tapas y envases
Actualmente un 60% de su actividad se desarrolla en el sector automovilístico, un 15% en el alimentario, y un 15% en el resto de sectores. La empresa ha perfeccionado tecnologías que permiten llegar a posicionar miles de piezas por hora. Las cubas vibratorias, el corazón de estos sistemas, garantizan que cada componente llegue a la posición precisa para ser ensamblado o manipulado. “Es un know-how único que nos permite trabajar a velocidades que serían imposibles con otras tecnologías”, explica Boix. En el ámbito alimentario, este conocimiento ha permitido desarrollar soluciones innovadoras para el posicionamiento de tapones mediante Sistemas Lineales de Vibración, que permiten introducir de una forma sencilla más canales de salida, seleccionar piezas complicadas, y flexibilidad para introducir nuevos formatos.
Pese a su fuerte base tecnológica, la esencia de RNA Vibrant sigue siendo la habilidad y visión espacial de cada profesional del taller. Sus técnicos no producen, fabrican. Cada sistema requiere una dedicación individual, desde el diseño hasta la verificación final. “Somos una empresa de personas. Para formar a alguien necesitamos entre tres y seis años. Trabajamos en equipo. Cada proyecto pasa por diversos procesos, y muchas veces requiere la creación de equipos multidisciplinares para llegar a las soluciones. Debido a su alta especialización de sus técnicos, la ausencia de alguna persona en su proceso de fabricación puede relantizar, o parar temporalmente el proyecto. Sustituir a una persona del equipo que trabaja para la fabricación de un Sistema de Alimentación no es fácil”, afirma Boix, dejando claro que el valor humano sigue siendo insustituible. Este nivel de especialización es difícil de replicar y es una de las grandes barreras de entrada del sector.
La búsqueda constante de innovación ha llevado a RNA Vibrant a apostar con fuerza por la inteligencia artificial. La división RNA-Digital ha desarrollado un software capaz de simular en 3D el comportamiento de las piezas dentro de los sistemas de vibración. El modelo se alimenta de miles de ejemplos procedentes de todas las plantas europeas del grupo. Esto permite predecir la posición óptima de cada pieza, evitar errores, documentar la experiencia acumulada y acelerar la formación de los nuevos técnicos. “Hemos creado una base de conocimiento que nos permite incrementar la confianza a nuestros clientes, fabricar con mayor seguridad y rapidez”, sostiene Boix.
Este crecimiento sostenido impulsó a la compañía a trasladarse en 2025 a unas nuevas instalaciones de 3.000 m² en Sant Joan Despí, duplicando su superficie anterior. El cambio ha abierto la puerta a proyectos de mayor complejidad, y de mayor volumen. También ha permitido desarrollar nuevos productos con estándares más exigentes en diseño, ejecución y acabados, así como un protocolo de verificación avanzado que reduce riesgos, evita retrasos y elimina costes adicionales para los clientes.
El presente de RNA Vibrant es una combinación de tradición técnica, innovación y una relación de profunda complicidad con los fabricantes de maquinaria que confían en sus sistemas para operar en mercados globales. No queremos ser un proveedor; queremos ser un socio tecnológico que vamos de la mano para dar las mejores soluciones técnicas. Y el futuro está garantizado por un nuevo equipo directivo técnico que va aplicando las constantes I+D+i que va desarrollando la matriz alemana. La exigencia constante del mercado ha sido la que ha marcado su evolución en los últimos años. Y, como afirma Boix, seguirá marcando su futuro: “Nuestros clientes nos obligan a ser mejores cada día. Es un camino arduo, pero es el camino correcto”.
