Economía chilena: IPSA en 10.400, dólar en $909 y FEES en US$3.869 millones — el mapa que condiciona el arranque de Kast en 2026

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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Economía chilena: a simple vista, el traspaso de mando hacia marzo de 2026 parece llegar con un clima que hace un par de años habría sido impensado: el principal índice bursátil en máximos históricos, el peso chileno recuperando terreno y una inflación que ya no domina la conversación cotidiana. Pero esa fotografía tiene un doble fondo. El mercado está premiando expectativas —y las expectativas, en política económica, se rompen rápido cuando la primera señal equivocada aparece—. En otras palabras: no basta con heredar cifras “mejores” que las de 2022; lo decisivo será si esa estabilidad se transforma en crecimiento sostenido, inversión ejecutada y disciplina fiscal verificable. El problema es que las tres cosas rara vez avanzan a la misma velocidad. Y ahí está el nudo del 2026: la economía que deja Gabriel Boric llega más ordenada en lo monetario, más exigida en lo fiscal y todavía con el límite estructural del 2% rondando como techo psicológico.

Inflación en 3,4%: la meta del 3% vuelve a parecer alcanzable

La señal más nítida del “cambio de régimen” respecto al peak inflacionario es que el propio Banco Central ya habla de convergencia a la meta con fechas sobre la mesa. En la explicación pública del Informe de Política Monetaria (IPoM), el instituto emisor detalla que el IPC anual bajó más rápido de lo previsto, desde 4% en agosto hasta 3,4% en noviembre, y proyecta que el 3% se alcanzaría durante el primer trimestre de 2026. Esa mejora, explica la entidad, se apoya en factores de costos más favorables y en un tipo de cambio que ayudó a enfriar presiones. Y aunque para el lector común “3%” suena a normalidad total, para el próximo gobierno significa algo más concreto: un piso de credibilidad desde el cual cualquier anuncio fiscal, laboral o regulatorio será leído como “compatible” o “incompatible” con estabilidad de precios. En paralelo, el propio Banco Central reafirma esa lectura en su Comunicado de la Reunión de Política Monetaria de diciembre de 2025, que actúa como brújula para el primer trimestre del año entrante.

Tasas a la baja: el crédito se destraba, pero la economía aún no despega

La inflación en descenso abrió la puerta a un ciclo que Chile llevaba esperando: el de tasas más compatibles con inversión, consumo durable y refinanciamiento. Ese giro está sintetizado en la misma comunicación del Banco Central, donde se instala que los riesgos inflacionarios se han reducido y el escenario central permite mirar 2026 con menos tensión monetaria. Para el mundo real, eso suele significar un dato simple: el crédito deja de ser prohibitivo y el costo de capital vuelve a permitir proyectos que estuvieron en pausa. Pero la letra chica es la que define al nuevo gobierno. Una economía puede tener tasas bajando y, aun así, crecer poco si no se despejan los cuellos que frenan la inversión: permisos, judicialización, incertidumbre regulatoria o productividad estancada. Por eso el debate se vuelve más incómodo: en diciembre, la prensa económica local destacó que el IPoM abrió la puerta a un 2026 más dinámico, incluso rozando el 3% en el mejor escenario, precisamente por el rol de la inversión. Esa lectura se instaló con fuerza en el análisis de Diario Financiero sobre el IPoM de diciembre, que pone el foco en si ese impulso se consolida o se diluye.

Bolsa en récord: el rally que “cobra” rápido coherencia política

Si hay un termómetro que adelantó el estado de ánimo, fue la Bolsa. En pleno clima electoral, Emol reportó que el IPSA superó los 10.400 puntos y cerró la semana en récord, un nivel que el mercado interpretó como señal de confianza y expectativa de continuidad en disciplina fiscal. Un día antes, el mismo medio había destacado un nuevo máximo intradiario al rozar 10.362 puntos, atribuyéndolo —en parte— a que la percepción de un resultado “más pro mercado” reforzaba la lectura de estabilidad. En paralelo, el tipo de cambio acompañó: Diario Financiero consignó que el dólar cayó a $909,7, su menor nivel desde el 2 de octubre de 2024, en el compilado de puntas vendedoras de Bloomberg. Esa combinación (acciones arriba, dólar abajo) le sirve al gobierno entrante, pero también lo presiona: cuando el mercado se adelanta, la luna de miel es corta, y cualquier señal que reabra incertidumbre se descuenta en minutos, no en meses.

Economía chilena: IPSA en 10.400, dólar en $909 y FEES en US$3.869 millones — el mapa que condiciona el arranque de Kast en 2026
Bolsa de Comercio de Santiago de Chile

El talón fiscal: deuda en 42,2% del PIB y un FEES bajo los US$4.000 millones

La parte menos celebrada del traspaso no está en el mercado, sino en el Estado. La Dirección de Presupuestos explicitó en su informe que la deuda bruta del Gobierno Central totalizaría US$147.023 millones al cierre de 2025, equivalente a 42,2% del PIB, un dato que delimita el margen fiscal del próximo ciclo político. Esa cifra está detallada en el comunicado oficial de Dipres sobre el escenario de deuda y contención del indicador en 2025, disponible en su sitio institucional. Más decisivo aún es el tamaño del “colchón”: el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) —diseñado para estabilizar finanzas públicas y enfrentar déficits— muestra un nivel mucho más estrecho que el de años anteriores. En la página de Valor de Mercado del FEES, Hacienda informa que en octubre de 2025 el fondo cerró en US$3.868,86 millones. Comparado con reportes de 2022, la diferencia ilustra por qué 2026 arranca con menos margen para errores: hay menos espacio para financiar desbalances sin deuda o sin ajuste.

Advertencias y presupuesto 2026: la discusión que no se verá en campaña, pero define el año

En años de cambio de gobierno, lo que se escriba en el presupuesto suele pesar más que lo que se diga en discursos. Y aquí el tablero ya viene con señales de alerta. El Consejo Fiscal Autónomo planteó aplicar medidas adicionales de reducción del gasto en 2025 para cumplir la meta de balance estructural y subrayó que el Presupuesto 2026 debe elaborarse acorde con la meta fiscal. Esa insistencia —repetida en distintas instancias— apunta a un problema técnico que se volvió político: proyecciones de ingresos que no calzan con el gasto comprometido, lo que obliga a “correcciones” posteriores y erosiona credibilidad. Incluso el Senado difundió recomendaciones del CFA respecto a fortalecer proyecciones, metodologías y eficiencia del gasto, justamente para evitar que el primer año del nuevo gobierno quede atrapado entre promesas y restricción presupuestaria. Para Kast, el punto es estratégico: si su relato es “reactivar”, necesitará mostrar cómo lo hace sin tensionar el ancla fiscal. Y ese equilibrio no se logra con slogans, sino con números.

Palacio de la Moneda, Santiago de Chile

Fondos previsionales: US$212.884 millones y el desafío silencioso del financiamiento de largo plazo

El mercado de capitales chileno no se explica sin el ahorro previsional. Por eso, aunque el debate público se concentre en pensiones como monto de jubilación, el efecto macro se juega en otra capa: profundidad financiera y financiamiento de largo plazo. En ese plano, la Superintendencia de Pensiones informó que al cierre del primer semestre de 2025 los activos previsionales totalizaron US$212.884 millones, con un desempeño positivo en el periodo. Este dato importa por dos razones. Primero, porque muestra que el sistema —pese al golpe de los retiros de 2020-2021— ha recuperado parte del terreno en valorización y acumulación. Segundo, porque ese ahorro es una pieza central del crédito de largo plazo: bonos, infraestructura, hipotecarios y financiamiento corporativo. En 2026, cualquier ajuste regulatorio o señal política sobre el “futuro del mercado de capitales” se amplifica, porque toca directamente esta base. Y en un país que quiere volver a crecer por encima del 2%, el financiamiento de proyectos no es un detalle: es la diferencia entre anuncios y ejecución.

Minería como palanca: cobre en US$5,36 y cartera de inversión por US$104.549 millones

La mayor oportunidad —y también la mayor prueba— para el 2026 de Kast puede estar en minería. La Cochilco publicó que el cobre cerró la semana del 8 al 12 de diciembre de 2025 en US$5,36 la libra, un máximo relevante que, por sí solo, mejora expectativas, términos de intercambio y, potencialmente, caja fiscal. En paralelo, el organismo elevó el tamaño de la cartera de proyectos mineros 2025–2034 a US$104.549 millones, el mayor nivel en más de una década según su propia publicación. Esa señal tomó vuelo internacional: Reuters informó que Chile aumentó su proyección de inversión minera hacia 2034 a cerca de US$104,5 mil millones, un salto de 26% respecto del cálculo anterior. Y Bloomberg Línea también abordó cómo el alza del cobre podría dar respiro fiscal, sin borrar los retos. En concreto, el 2026 se definirá por una pregunta: ¿cuántos de esos proyectos pasan del papel a la obra?.

Distrito Norte, Codelco

Para entender el “piso” que hereda el 2026: la pieza que mejor funcionó

Economía chilena: si este mapa te suena familiar es porque el mercado ya lo venía leyendo —y tu audiencia también. El artículo que mejor rindió no lo hizo por una sola cifra, sino por una idea que ordena todo: la herencia no es “buena” o “mala”, es una combinación de anclas y límites. Inflación bajando y tasas normalizándose, sí; pero crecimiento aún acotado, inversión que debe ejecutarse y un Estado con menos holgura para equivocarse. Para conectar ambos relatos, vale la pena volver a ese punto de partida y usarlo como puente editorial: “Economía chilena: 2% de crecimiento, inflación en 3,4% y deuda cerca del 41%—la herencia económica que recibe Kast en 2026”. Desde ahí, el nuevo ciclo se cuenta mejor con una regla simple: 2026 no se jugará en promesas, sino en consistencia. Si el gobierno entrante logra sostener el ancla fiscal mientras acelera permisos e inversión, el rally puede tener fundamento; si no, el mercado puede dejar de “anticipar” y volver a “castigar”.

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