Minería y energía empujan la reactivación del sector construcción: Atacama se consolida como eje del nuevo ciclo de inversión

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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El repunte proyectado para 2025 y 2026 marca un punto de inflexión tras dos años de contracción, con la infraestructura productiva como principal motor y la Región de Atacama entre las más beneficiadas por el nuevo impulso inversor.

Luego de dos años consecutivos de cifras negativas, la inversión en construcción en Chile comienza a mostrar señales claras de recuperación. Así lo indica el más reciente Informe Macroeconomía y Construcción (MACh) de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que proyecta un crecimiento de 2,2% para 2025 y de 4,8% para 2026, configurando un escenario de reactivación gradual para un sector clave de la economía nacional.

El documento señala que este nuevo ciclo estará liderado por la infraestructura productiva, particularmente por los sectores de minería y energía, los cuales concentrarán la mayor parte de la inversión proyectada para los próximos años. En 2025, la minería explicará más de la mitad de la inversión productiva total del país, consolidando su rol estratégico en la recuperación económica, mientras que el sector energético también aportará una fracción relevante, asociada a proyectos de generación, transmisión y transición energética.

Infraestructura productiva como motor

En términos de infraestructura, la CChC estima un crecimiento de 3,3% en 2025 y un significativo aumento de 13,6% en 2026 en la inversión productiva. Este dinamismo contrasta con el comportamiento esperado de la infraestructura pública, que podría registrar una leve contracción como consecuencia de ajustes contemplados en la Ley de Presupuestos y de un contexto de mayor estrechez fiscal.

No obstante, el informe advierte que la sostenibilidad de esta recuperación dependerá de la capacidad de priorizar proyectos estructurales de alto impacto económico y social, así como de mejorar la ejecución presupuestaria y reducir los retrasos en los pagos a contratistas, factores que han afectado al sector en los últimos años.

Vivienda: recuperación gradual

En el ámbito habitacional, la inversión total mostraría un alza marginal durante 2025, con un crecimiento más visible en 2026, especialmente en vivienda pública. A ello se suma un incipiente repunte en la venta de viviendas, impulsado por medidas como el subsidio a la tasa hipotecaria, que ha contribuido a mejorar el acceso al financiamiento y a reducir el stock de unidades disponibles.

Atacama, región estratégica

Para regiones como Atacama, altamente dependientes de la actividad productiva, este escenario abre una ventana de oportunidades relevante. El fortalecimiento de la inversión minera y energética no solo permitirá dinamizar el empleo, sino también mejorar la infraestructura asociada, potenciar encadenamientos productivos y avanzar en proyectos clave para el desarrollo local. En este contexto, la recuperación de la inversión en construcción se perfila como un factor decisivo para impulsar la economía regional y consolidar un crecimiento más equilibrado en el mediano plazo.

La minería y la energía se perfilan como los principales motores de la recuperación de la inversión en construcción en Chile.

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