Newmont Corp., el gigante minero con sede en Denver, analiza un movimiento estratégico que podría cambiar el equilibrio de poder en la industria aurífera global: obtener el control total de los activos de oro de Barrick Mining Corp. en Nevada, considerados entre los más rentables del mundo.
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Una jugada que podría reconfigurar la minería del oro en Norteamérica
De acuerdo con fuentes cercanas citadas por Bloomberg, Newmont —que actualmente posee una participación minoritaria en la joint venture Nevada Gold Mines, operada por Barrick— está evaluando distintas estructuras financieras para adquirir la totalidad del activo. La operación podría ir desde la compra directa de la participación de Barrick en la sociedad hasta una adquisición total de Barrick Mining, seguida de la venta de proyectos considerados “no estratégicos”.
El atractivo de Nevada radica en su estabilidad regulatoria y su alta productividad. Sin embargo, aún se desconoce la disposición de Barrick a vender su participación, especialmente considerando que las minas de oro de Nevada son el núcleo de su valor bursátil.
Activos estratégicos y tensiones internas en Barrick
Barrick, cuya sede está en Toronto, ha enfrentado dificultades en sus operaciones en Pakistán, Mali y Papúa Nueva Guinea, lo que ha afectado su desempeño en los últimos años. En contraste, sus proyectos en América del Norte se han consolidado como los más sólidos y rentables.
Fuentes también indican que Barrick ha evaluado recientemente una división corporativa, separando sus operaciones de primer nivel en Norteamérica del resto de su portafolio internacional. La compañía se encuentra en un momento de vulnerabilidad tras la sorpresiva salida de su CEO Mark Bristow en septiembre, reemplazado de manera interina por Mark Hill, mientras el directorio, encabezado por John Thornton (ex Goldman Sachs), busca un sucesor definitivo.
Un contexto marcado por la volatilidad del oro y los cambios ejecutivos
Ambas compañías atraviesan transiciones importantes. Newmont también anunció la salida de su CEO Tom Palmer para fin de año, quien será reemplazado por Natascha Viljoen, actual directora de operaciones. Tras la adquisición de Newcrest Mining en 2023 por 15.000 millones de dólares, Newmont enfrenta presiones para reducir costos y posibles despidos.
El auge del precio del oro —que ha impulsado las acciones de Newmont un 129% y las de Barrick cerca de un 100% durante 2025— ofrece un entorno propicio para grandes fusiones. Sin embargo, cualquier intento de adquisición podría encontrar resistencia de los inversionistas, cautelosos frente a los riesgos financieros de una operación de semejante magnitud.
