Novaandino Litio: 6 directores y 2 fechas que marcan el nuevo gigante del Salar de Atacama

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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Novaandino Litio irrumpió con un paso que, más que simbólico, es estructural: la alianza Codelco-SQM dejó de ser solo un acuerdo para convertirse en una empresa ya constituida, con directorio, activos y continuidad operativa proyectada por décadas. La noticia se consolidó cuando ambas compañías informaron la creación de la sociedad conjunta que desarrollará actividades de exploración, explotación, producción y comercialización de litio en el Salar de Atacama, con proyección hasta 2060, según el comunicado oficial de Codelco sobre la formación de Novaandino Litio. Pero lo que vuelve especialmente relevante este nacimiento no es solo el horizonte, sino dos hitos concretos: el debut del directorio este lunes 29 de diciembre de 2025 y la cuenta regresiva hacia 2031, cuando cambian los contratos con el Estado y la gobernanza pasa a una etapa distinta. Entre ambos puntos se abre una ventana crítica donde se juega la sostenibilidad, la escala productiva y el control efectivo del litio chileno en el único salar que hoy produce a gran escala.

Qué es Novaandino Litio SpA y por qué se creó ahora

Novaandino Litio SpA nace de la fusión por incorporación de Minera Tarar SpA (filial de Codelco) con SQM Salar SpA, y se presenta como el vehículo societario que ordena la continuidad del litio del Salar de Atacama hasta 2060, tal como explicó Codelco al oficializar su constitución. El origen formal de la alianza está en el acuerdo suscrito el 31 de mayo de 2024, cuyo texto íntegro quedó disponible en el Acuerdo de Asociación Codelco-SQM, pieza clave dentro de la Estrategia Nacional del Litio. En ese marco, la alianza fue interpretada por analistas internacionales como un giro que asegura control estatal mayoritario sobre el proyecto y reduce la incertidumbre posterior a 2030, tal como describió Reuters al cubrir el cierre del acuerdo en 2024. La creación de Novaandino, por tanto, no es una “empresa nueva” en abstracto: es el contenedor legal que permite ejecutar lo ya pactado.

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Qué integra y qué cambia en la operación del Salar de Atacama

El cambio más profundo es el alcance interno de la sociedad. Novaandino Litio concentrará activos, filiales, permisos, conocimiento técnico, oficinas internacionales y equipos humanos necesarios para operar el negocio del litio, tras una reorganización de SQM realizada entre 2024 y 2025. La arquitectura apunta a asegurar continuidad operacional bajo los contratos vigentes con Corfo hasta 2030 y bajo los que regirán desde 2031 en adelante. Además, incluye un compromiso paralelo con impacto estratégico: SQM transfirió a Codelco la totalidad de sus concesiones mineras en el Salar de Maricunga, fortaleciendo la posición del Estado en ese territorio. Y hay una consecuencia financiera ya declarada: la materialización de la fusión y de la asociación tendrá un “efecto positivo y material” en los resultados de Codelco, impacto que —según las empresas— se reflejará en los estados financieros al 31 de diciembre de 2025, de acuerdo con el mismo medio.

Directorio paritario y dos etapas de control: lo que dice la libre competencia

Novaandino Litio inicia su vida corporativa con un directorio paritario de seis miembros y una primera sesión fijada para este lunes 29 de diciembre de 2025. Los nombres fueron informados públicamente: por Codelco figuran Máximo Pacheco, Josefina Montenegro y Alfredo Moreno, mientras que por SQM se integran Ricardo Ramos, Hernán Uribe y Manuel Ovalle. Pero el dato que explica la “letra chica” de poder está en la libre competencia: la asociación fue aprobada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) con medidas de mitigación y, sobre todo, con un diseño de dos períodos. Entre 2025 y 2030, la administración y operación quedan bajo control de SQM; desde 2031 y hasta 2060, pasan a ser controladas por Codelco, según detalla la propia FNE. Esa transición es la segunda “fecha clave” del nuevo esquema: el momento en que el Estado deja de aprender desde dentro y pasa a comandar.

Permisos, contratos y ‘toma de razón’: el checklist que habilita la continuidad hasta 2060

El nacimiento de Novaandino es el resultado de un checklist regulatorio que se completó por capas. En el plano internacional, Codelco informó que la autoridad antimonopolio china, la State Administration for Market Regulation (SAMR), aprobó la asociación el 10 de noviembre de 2025, señalando además que ya existían aprobaciones en Brasil, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita y la Unión Europea. A nivel sectorial, un hito clave fue que la Comisión Chilena de Energía Nuclear autorizó a Minera Tarar una cuota máxima inicial de 2.500.000 toneladas de litio metálico equivalente (LME) entre 2031 y 2060, con posibilidad de subirla a 3.018.507 toneladas de LME bajo condiciones específicas, según el detalle publicado por Codelco sobre la aprobación de la CChEN. Finalmente, el 19 de diciembre de 2025, el Gobierno informó que la Contraloría tomó razón de las modificaciones y nuevos contratos Corfo-SQM y Corfo-Codelco/Tarar, habilitando la continuidad desde 2031 hasta 2060, según el comunicado del Ministerio de Economía.

Escala productiva y nuevas exigencias: la meta antes de 2030 y el salto proyectado al 2035

La discusión no es solo de control, sino de producción y sostenibilidad. El Ministerio de Economía sostuvo que la entrada en vigor de los contratos permitirá aumentar la producción de manera sostenible, incorporando nuevas tecnologías y sin usar agua continental en el proceso productivo, como se lee en el detalle oficial sobre continuidad operacional en el Salar de Atacama. Allí mismo se entregan cifras que dimensionan el salto: se estima una capacidad actual de 210.000 a 240.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE), con una meta de 280.000 a 300.000 toneladas anuales antes de 2030. Y el horizonte se amplía aún más: hacia 2035, sumando la operación conjunta SQM/Codelco y la operación de Albemarle, el Salar de Atacama podría superar las 400.000 toneladas anuales de LCE, según el mismo documento. En paralelo, la cuota de la CChEN habilita producir y comercializar hasta 330.000 toneladas anuales de LCE por 30 años, y además autoriza adelantar parte de la extracción desde el 1 de enero de 2029 para evitar una baja productiva por el desfase entre extracción de salmuera y producción comercial, de acuerdo con Codelco y la resolución comunicada por la CChEN.

Un mercado volátil y la pregunta final: qué hitos definirán su primera hoja de ruta

Novaandino Litio nace mientras el mercado global del litio vive un ciclo complejo: exceso de oferta, precios bajo presión y productores ajustando planes, aun con una demanda estructuralmente creciente. Esa fotografía está recogida por Cochilco en su Informe Mercado del Litio. Proyección 2025–2026, donde se advierte que el corto plazo está condicionado por la oferta. En ese contexto, la primera hoja de ruta de la empresa —más allá de su directorio— se jugará en decisiones muy concretas: cómo aterrizar el aumento de producción con estándares ambientales reforzados, cómo se implementan los compromisos derivados de la consulta indígena (que involucró a 51 organizaciones representativas del Pueblo Atacameño, según el Ministerio de Economía) y cómo se gestiona el traspaso operacional hacia 2031 sin perder competitividad. A esto se suma el escrutinio institucional: Reuters reportó que la Contraloría anunció una auditoría “sin precedentes” sobre el acuerdo, en paralelo a los procesos de revisión, según la nota de Reuters sobre la auditoría al acuerdo Codelco-SQM. La promesa de Novaandino, en última instancia, será medida en lo que el mercado y el país suelen exigir: continuidad, transparencia y resultados verificables en el Salar de Atacama.

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