Un estudio de Kal Tire Mining detalla cómo expandir operaciones estratégicamente en mercados emergentes, preservando sostenibilidad y ética.
Minerales críticos y potencial en mercados emergentes
A medida que la transición energética y el desarrollo de infraestructura impulsan una creciente demanda de minerales críticos, los proveedores de servicios mineros enfrentan el desafío de operar en mercados emergentes caracterizados por abundantes reservas minerales, pero también por complicaciones políticas, regulatorias y sociales. Según un informe reciente de Kal Tire Mining, jurisdicciones como Guyana, Filipinas, Arabia Saudita y los países del triángulo del litio en Sudamérica ofrecen oportunidades estratégicas para la minería de minerales esenciales como el litio, cobalto y bauxita.
Datos del Banco Mundial señalan que más de dos tercios del litio global se encuentran en Argentina, Bolivia y Chile, mientras que la República Democrática del Congo lidera en reservas de cobalto. Asimismo, Brasil, Guinea, Indonesia y Jamaica destacan en la producción de bauxita. Este contexto proyecta una inversión minera global que podría alcanzar los 1,7 billones de dólares hacia 2050, transformando a estos mercados en un foco estratégico, pero no exento de desafíos.
Claves para una expansión sostenible y responsable
El informe de Kal Tire Mining subraya que operar en mercados emergentes requiere priorizar estándares globales de seguridad, derechos humanos y sostenibilidad, alineados con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. Según Dan Allan, vicepresidente sénior del Grupo de Neumáticos para Minería de Kal Tire, “la obligación de cualquier corporación que ingresa a un nuevo país es llevar los estándares más altos de sus operaciones de mejor desempeño, elevando los niveles de trabajo y de vida”.
La gestión de riesgos adquiere un papel fundamental, considerando amenazas a la seguridad de los trabajadores, complejidades regulatorias o presiones derivadas del nacionalismo de recursos, como se ha visto con aumentos de regalías o confiscaciones de activos, ejemplificado por el caso de 2025 en Malí con el complejo Loulo-Gounkoto de Barrick Gold.




