Stornoway Diamond: Segundo Proceso de Bancarrota y Cese de Operaciones en Quebec

La mina única de diamantes de Quebec, Renard, enfrenta incertidumbre tras la segunda declaración de bancarrota de Stornoway Diamond.

La notable mina de diamantes Stornoway Diamond se ha declarado en bancarrota por segunda vez, cesando sus operaciones en su sitio de Quebec, marcando un momento oscuro para la única mina de diamantes de la provincia, Renard.

Impacto Global y Precios Inestables

La creciente incertidumbre en los precios de los diamantes a corto y medio plazo, junto con una caída significativa y repentina en el precio de los recursos en el mercado mundial, ha golpeado duramente a la empresa. Esta volatilidad fue exacerbada por la detención de la importación de diamantes en bruto a India y el clima geopolítico global. India, siendo el mayor cortador y pulidor de diamantes del mundo, ha jugado un papel crucial en la estabilidad del mercado de diamantes.

Producción y Calidad

Stornoway ha sido afectada anteriormente cuando el mercado fue inundado por piedras más pequeñas y de menor calidad. Los diamantes más pequeños representan una parte significativa de su producción por peso, lo cual ha contribuido a sus desafíos financieros y operativos.

Estrategias de Reestructuración

Para manejar su precaria situación financiera, la compañía ha iniciado un proceso para solicitar protección por bancarrota bajo la Ley de Acuerdos de Acreedores de Compañías de Canadá (CCAA, por sus siglas en inglés), buscando reestructurar y mejorar sus finanzas mediante la búsqueda de inversión y propuestas de venta.

Propietarios y Accionistas

La mina es propiedad de una diversidad de intereses, incluyendo Osisko Gold Royalties, Investissement Québec, el gestor de fondos de pensiones Caisse de dépôt et placement du Québec y TF R&S Canada Ltd. Estos accionistas han jugado papeles vitales en la operación y financiación de la mina, y su futuro también se ve afectado por esta situación.

Historia y Desarrollo

Inaugurada en 2017, Stornoway construyó Renard en las montañas Otish de Quebec con una financiación de C$946 millones, y fue completada por debajo del presupuesto y cinco meses antes de lo previsto. A pesar de los desafíos iniciales, como problemas de producción y precio, la mina había generado esperanzas de liderar el desarrollo de recursos en el vasto territorio norteño de la provincia.

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