La Compensación por Expectativa de Vida busca responder a las diferencias económicas que enfrentan las mujeres jubiladas en Chile. Este beneficio considera la brecha generada por la mayor expectativa de vida y el hecho de jubilarse antes que los hombres, mejorando sus ingresos a través de un monto calculado en Unidades de Fomento (UF).
Inicio de la compensación en 2026
El inicio de los pagos para la Compensación por Expectativa de Vida ha sido programado para enero de 2026, priorizando a las mujeres que tengan 65 años o más en esa fecha. Según ChileAtiende, este beneficio se otorga como una pensión o renta vitalicia en UF y tiene carácter automático, es decir, las beneficiarias no deberán realizar trámites para postular o solicitarlo.
El monto base del apoyo será de 0,25 UF, mientras que el porcentaje de compensación varía con base en la edad de cada beneficiaria y la razón de su pensión, ya sea por vejez o invalidez. De este modo, las mujeres que cumplan los requisitos podrán acceder al beneficio gradualmente y según los lineamientos establecidos.
Requisitos y cobertura
El beneficio está orientado a mujeres que reciben o hayan recibido una pensión de vejez o invalidez como titulares de una AFP o compañía de seguros de vida. Además, una de las condiciones esenciales es haber estado afiliada al Seguro Social encaminado al Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP) antes de cumplir los 50 años.
Este programa surge como una herramienta para disminuir desventajas socioeconómicas estructurales, ofreciendo una mejora a los ingresos de estas pensionadas. Las mujeres que cumplan con los requisitos serán incorporadas, empezando la cobertura desde los 65 años de edad, según lo dispuesto.
Montos de compensación según la edad
Una tabla progresiva establece cómo se calculará la compensación para aquellas que ya estén pensionadas al 1 de enero de 2026, dependiendo de la edad que tengan en esa fecha:
- 65 años: 100 %
- 64 años: 75 %
- 63 años: 50 %
- 62 años: 25 %
- 61 años: 15 %
- 60 años: 5 %
Las mujeres que se pensionen después del 2 de enero de 2026 se regirán bajo las mismas proporciones, pero utilizando como criterio la edad que tengan al momento de su jubilación. Para las trabajadoras con labores pesadas, se considerará una combinación entre su edad y los años que podían descontar por trabajo pesado.
Con este esquema, el gobierno busca mitigar las desigualdades en las pensiones de jubilación de las mujeres y generar un mecanismo que compense proporcionalmente a este segmento de la población.
