La avanzada simultánea de BHP y Rio Tinto consolida a Argentina como un polo emergente para minerales críticos.
El renovado impulso de Argentina para posicionarse como un actor relevante en la producción global de minerales críticos recibió esta semana un espaldarazo de la mano de las dos mayores mineras del mundo. Tanto BHP como Rio Tinto avanzaron en planes estratégicos en el país, fortaleciendo la percepción de que el clima para la inversión comienza a estabilizarse bajo la administración del presidente Javier Milei, que ha promovido mecanismos para proteger capitales y estimular grandes proyectos.
BHP avanza con Vicuña y se acoge al régimen RIGI
El joint venture Vicuña, integrado por BHP y la canadiense Lundin Mining, presentó formalmente su solicitud para acogerse al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios tributarios, aduaneros y cambiarios para proyectos de exportación estratégica.
La presentación se enmarca en la etapa previa a la solicitud de permisos para el desarrollo de un proyecto cuprífero multibillonario que podría entrar en operación la próxima década, en momentos en que el mercado mundial del cobre enfrenta una oferta estrecha y precios récord.
Si bien la empresa no ha detallado aún la magnitud exacta de la inversión, la categoría a la que aplicó exige al menos US$2.000 millones en los primeros dos años. San Juan, la provincia donde se emplaza Vicuña, se ha convertido en un incipiente clúster de grandes proyectos cupríferos, con potencial para transformar a Argentina en un nuevo polo para el metal conductor por excelencia.
“El RIGI refleja tanto la escala del proyecto Vicuña como nuestra confianza en Argentina como socio de largo plazo”, afirmó su consejero delegado, Ron Hochstein.
El joint venture, que integra los depósitos de Josemaría y Filo del Sol, avanza actualmente en estudios de ingeniería y análisis técnicos, con un nuevo reporte previsto para el próximo trimestre.
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Rio Tinto busca financiamiento internacional para el litio
En paralelo, el nuevo director ejecutivo de Rio Tinto, Simon Trott —quien asumió en agosto con el mandato de reforzar la disciplina de gasto— visitó Buenos Aires esta semana acompañado de altos ejecutivos. La delegación sostuvo reuniones con representantes del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC) para explorar financiamiento destinado al proyecto de litio Rincón, ubicado en la provincia de Salta.
Aunque las conversaciones continúan sin acuerdos definitivos, la iniciativa apunta a despejar dudas sobre la estrategia de Rio en el litio, especialmente después de suspender un proyecto en Serbia y plantear una aproximación gradual a un mercado presionado por sobreoferta y precios deprimidos.
Rincón contempla una inversión total estimada de US$2.500 millones, de los cuales aún resta ejecutar cerca de US$2.000 millones. El plan incluye una planta de procesamiento con capacidad de 60.000 toneladas anuales de carbonato de litio, cuya primera producción está programada para 2028. La compañía considera a Argentina como eje central de su estrategia global en este mineral clave para baterías.
Un giro para la minería argentina
Durante años, la volatilidad regulatoria, los controles de capital y la fuerte intervención estatal habían desalalentado a las grandes mineras. Pero la actual agenda pro-inversión, junto con la creciente demanda por cobre y litio, está generando un cambio de perspectiva. La simultaneidad de avances de BHP y Rio Tinto refuerza la idea de que Argentina podría convertirse en un actor de mayor peso en la cadena de suministro global de minerales para la transición energética.
