La demorada puesta en marcha de Rajo Inca, el proyecto estructural de Codelco con el cual la minera estatal busca retomar la producción de cobre en la División Salvador, amenaza con echar por tierra el esperado repunte productivo de la mayor cuprera a nivel mundial. Y es que uno de los hitos clave para comenzar el ramp up, etapa donde los equipos se someten paulatinamente a pruebas con cargas escalonadas y en que el tonelaje de minerales y el nivel de producción aumenta diariamente, aún no ocurre. Se trata de la puesta en marcha de la concentradora, maquinaria que debía estar operando en septiembre.
Pese a que la calendarización a inicios de este año apuntaba a que la concentradora de Rajo Inca comenzaría el ramp up durante el segundo semestre, lo cierto es que esa fecha se ha ido volviendo cada vez más esquiva. En febrero, el gerente general de Salvador, Christian Toutin, planteó que se comenzaría a alimentar la fundición de Potrerillos en la segunda mitad del año. Ya en julio, en el marco de la entrega de resultados, la estatal modificó el plazo para la activación de la concentradora, y estimaba que dicho hito estuviera listo para septiembre.
No obstante, ante la consulta de Pulso, desde Codelco señalaron que “la puesta en marcha de la concentradora está programada para el último trimestre de este año”, sin especificar ahora el mes exacto en que se estima el cumplimiento del acontecimiento.
A mediados de año, la estatal cifraba en un 82,5% el avance total de las obras en Rajo Inca. Una mejora desde el 75% reportado en febrero, cuando Rubén Alvarado, presidente ejecutivo de la estatal, y Máximo Pacheco, presidente del directorio, visitaron las faenas para anunciar que la puesta en marcha el Rajo Inca sería durante el primer semestre.
Pese a que la extracción de minerales desde el nuevo rajo a cielo abierto comenzó en noviembre de 2023, tres semanas antes de lo esperado, lo cierto es que el retraso acumulado en el proyecto estructural pone un manto de dudas sobre el esperado repunte productivo de Codelco.
En la estructura de operación 2024 estaba contemplado elramp up de Rajo Inca. Es decir, la iniciativa que extiende la vida útil de su división en 40 años, comenzaría a agregar producción. Dado que ello aún no ocurre, la meta que apunta a alcanzar 1.352.000 toneladas métricas de cobre fino depende aún más del desempeño del resto de sus divisiones.
Hasta julio, la estatal aún no mostraba signos de recuperación frente al 2023. En los primeros siete meses del año, Codelco acumula una producción de 739,8 mil toneladas, un 8,5% menos que lo conseguido en el mismo lapso del año pasado.
“En agosto ya empezamos a dar vuelta la producción”, dijo Rubén Alvarado, en una entrevista con Diario Financiero a inicios de septiembre. Allí, reconoció que la partida de Rajo Inca estaba pensada para marzo “y no lo hizo. Pero ya estamos avanzando en eso”, afirmó.
También señaló cuáles de las operaciones apoyan su estimación, en las cuales mencionó a Radomiro Tomic, Chuquicamata Subterránea, Andina y El Teniente. Sin embargo, las cifras a julio muestran un desempeño mixto en cada una de ellas. Chuquicamata y Radomiro Tomic, junto a Ministro Hales, conforman la División Codelco Norte. Según datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en los primeros siete meses se acumulaba un descenso del 11,5%; El Teniente caía otro 15%; y Andina era la única sin cifras en rojo, con un alza de 17%.
“El aporte de producción de Rajo Inca dependerá del avance de su ramp up”, señalaron desde Codelco a Pulso, ante las dudas sobre cuánto alcanzará a contribuir la operación en lo que queda de 2024.
La transformación estructural de División Salvador desde una operación subterránea a una a rajo abierto, permitirá aumentar la producción desde las cerca de 60.000 toneladas registradas en 2021 a 90.000 toneladas anuales en régimen. A inicios de 2023, antes de conocerse del retraso ocasionado por el consorcio CBM, formado por la estatal bielorrusa Belaz y la chilena Movitec, se estimaba que la operación en régimen de la primera fase de Rajo Inca sería en 2025.
Sin embargo, la última actualización pública del avance de Rajo Inca fue categórica.
“Los incumplimientos del Consorcio Belaz Movitec (CBM) causaron graves perjuicios a Codelco y retardaron de manera irreversible el cumplimiento del contrato. De hecho, hasta el día de hoy, aún no estamos produciendo cobre fino en Rajo Inca, Salvador, producto de estos atrasos”, dijo hace una semana Máximo Pacheco, en una presentación realizada ante la Comisión de Minería y Energía del Senado, donde calificó como “un asedio institucional a tres bandas” el accionar de CBM luego que la estatal le rescindiera el contrato al consorcio, a comienzos de 2023.
El caso volvió a instalarse en la palestra pública, en medio de la bullada acusación constitucional que complica a la suspendida ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, por el fallo que benefició al consorcio CBM en su disputa contractual con Codelco.
Fuente: La Tercera